Según informes de activistas, el ejército sirio retomó el control de los suburbios de Damasco. En los últimos días, las tropas respaldadas por tanques bombardearon el este y el norte de la ciudad, dejando decenas de personas muertas en lo que los activistas describen, como los más feroces combates en torno a la capital durante los últimos 10 meses de levantamientos. La gran escalada se produjo luego de que la Liga Árabe suspendió su misión de vigilancia en el país.
Los activistas declararon que más de 2.000 soldados y 50 tanques estuvieron involucrados en un ataque de la madrugada del domingo en los suburbios del este de Damasco, apenas a 5km (tres millas) del centro de la ciudad. Los grupos antigubernamentales informaron que el lugar se convirtió en una "zona de desastre", debido a las columnas de humo que salían de los hogares, producto de las explosiones.
Como resultado de los enfrentamientos entre soldados y activistas, al menos 34 personas perdieron la vida, mientras que las autoridades aseguraron estar "limpiando la ciudad de forajidos".