El Gobierno de EE.UU baraja la posibilidad de enviar ayuda humanitaria a Siria mientras continúa trabajando con sus aliados para mantener la presión sobre el régimen de Bashar al-Asasd, según reveló el portavoz de la Casa Blanca.
«Estamos explorando la posibilidad de proveer ayuda humanitaria a los sirios», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria, y que el Gobierno que preside Barack Obama continúa trabajando con sus aliados para aumentar la presión y el aislamiento del régimen de Damasco.
«Creemos que esa presión está teniendo un impacto. En última instancia, tiene que dar lugar a que el Gobierno de Assad cese la violencia, detenga la brutalidad y permita una transición apoyada por el pueblo sirio», argumentó Carney.
Durante su reunión con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el mandatario sirio se comprometió a cooperar con cualquier esfuerzo que apoye la estabilidad en Siria y a dialogar con las distintas fuerzas políticas.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland afirmó sobre esa visita que «la comunidad internacional en su conjunto va a sentirse bastante escéptica al ver que, en lugar de centrarse en acabar con la violencia, lo que parece que tenemos es una reiteración de la misma oferta que Assad estuvo haciendo durante varios».
Durante su conferencia de prensa diaria, la portavoz cuestionó la validez del plan de reformas propuesto por el presidente sirio en su reunión con Lavrov, y en concreto, restó importancia al anuncio del líder de que la comisión encargada de redactar la nueva constitución finalizó sus labores, y que pronto se concretará la fecha exacta para un referéndum popular previsto para marzo.
«Suena como otra promesa del régimen de Al Asad de crear un papel que ellos controlan y someterlo a un voto que ellos puedan controlar. Francamente, no está muy claro cómo puede llevarnos eso al tipo de diálogo pacífico que todos queremos ver sobre un futuro democrático para Siria», indicó Nuland.
De acuerdo con el plan de Al Assad, el cambio constitucional garantizará supuestamente el pluripartidismo, ya que hasta ahora solo está admitido el partido gobernante Baaz.
En cuanto a los siguientes pasos para la comunidad internacional tras el doble veto de Rusia y China en la ONU a una resolución sobre Siria este fin de semana, Washington confía en la creación de un «grupo de apoyo al pueblo sirio», propuesta por Francia, entre otras medidas.
«Estamos consultando con nuestros aliados en la Unión Europea y la Liga Árabe para encontrar nuevas formas de presión sobre el regimen», aseguró Nuland.
Carney, en su comparecencia ante los medios, no hizo referencia a la última Hoja de Rutas de la Liga Árabe, que le pidió traspasar los poderes al vicepresidente y la formación de un Gobierno de unidad nacional.
La imposibilidad de aprobar una resolución de condena contra Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU por el veto de Rusia y China llevó a la movilización diplomática para aumentar el aislamiento del régimen de Assad.
El propio Obama comentó een una entrevista que para EE.UU es muy importante intentar resolver el conflicto en Siria «sin recurrir a una intervención militar extranjera» como la que tuvo lugar en Libia, al sostener que encontrar una solución política aún es posible.
No obstante, tres relevantes senadores, entre ellos John McCain, excandidato presidencial republicano y rival de Obama en 2008, comentaron que EE.UU debería considerar armar a las fuerzas opositoras sirias.
«Creo que es una opción que tiene que ser considerada. Es una opción que debería estar encima de la mesa», dijo McCain a los periodistas en Washington. En respuesta, Nuland declaró que «nunca hay que dejar nada fuera de la mesa», pero que el Gobierno no cree que introducir más armas en Siria sea la respuesta.
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