Al menos siete manifestantes palestinos resultaron heridos en Cisjordania en enfrentamientos con fuerzas israelíes tras el multitudinario funeral por Arafat Jaradat, el joven fallecido en una cárcel de Israel en circunstancias que son motivo de disputa.La violencia desatada por la muerte de Jaradat, que según autoridades palestinas murió por torturas y según las israelíes por un ataque cardíaco, dejó tres heridos cerca de la prisión de Ofer, al sur de Ramallah, donde jóvenes palestinos arrojaron piedras a miembros de la policía israelí de fronteras.
El diario israelí «The Jerusalem Post» informó que dos de ellos sufrieron heridas de bala y un tercero, también hospitalizado, el impacto en la cabeza de un cartucho de gas lacrimógeno.
Unos 25.000 palestinos, entre ellos miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatah, participaron del funeral de Jaradat en su aldea natal, Sair, a las afueras de Hebrón, informó la radio pública israelí.
Los miembros de las Brigadas dispararon al aire durante la ceremonia, que culminó con fuertes enfrentamientos entre la policía hebrea y los manifestantes.
La madre de Jaradat y su esposa, embarazada, se desmayaron durante el funeral, informó el rotativo israelí.
La muerte de Jaradat ya provocó disturbios durante el fin de semana en Cisjordania, y las fuerzas israelíes se mantienen en estado de alerta ante una posible escalada de violencia.
También se llevó a cabo una huelga de hambre de cerca de 4.500 presos palestinos en cárceles de todo Israel, informó la portavoz del Servicio de Prisiones, Siván Weizman.
«Los reclusos rechazaron ingerir alimentos durante una jornada como parte de una protesta solidaria por lo que sucedió en Meguido», confirmó Weizman, en referencia a la prisión en la que falleció Jaradat.
Israel impuso restricciones a la circulación en toda la zona de Hebrón, y fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos y otros medios antidisturbios contra palestinos de los campamentos de refugiados de Al Arrub y Beit Einun, ubicados en las cercanías de esa ciudad.
Jaradat, de 30 años, fue detenido la semana pasada por lanzar piedras contra vehículos israelíes en Cisjordania y murió en la prisión de Meguido por un ataque al corazón, según la versión israelí.
Fuentes del Instituto Forense Abu Kabir de Tel Aviv, donde se realizó la autopsia, informaron a los medios israelíes que no se detectaron heridas externas más allá de las que podrían haber provocado las maniobras de reanimación y un pequeño hematoma en la parte derecha de su pecho.
«Se detectaron dos costillas rotas, lo que podría ser consecuencia de intentos de reanimación. Estos resultados preliminares no pueden determinar la causa de la muerte, a falta de los análisis microscópicos y toxicológicos», informó el instituto.
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