El 67% de los israelíes de centro rechazaría a un partido político que abogue por dividir Jerusalén en virtud de un acuerdo definitivo de paz con los palestinos, según una encuesta publicada en el diario local «Haaretz».

El sondeo, elaborado por un instituto demográfico para el Centro Jerusalén para Asuntos Públicos, precisa que el 80% de los votantes tradicionales del Partido Laborista y el 62% de los que se inclinan por las nuevas formaciones de centro, Yesh Atid y Hatnuá, otorgan además gran importancia al hecho de que los palestinos reconozcan a Israel como un Estado judío.

Esa demanda fue expresada con insistencia por el Ejecutivo actual liderado por el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, como medida imprescindible para lograr un entendimiento con los palestinos.

Dos tercios de los votantes centristas, a los que se considera del laborismo, Yesh Atid y Hatnuá, se niegan a apoyar una solución que pase por la división de Jerusalén, que Israel considera su capital «eterna e indivisible», y en cuya parte Oriental los palestinos aspiran a establecer la capital de su Estado.

La mitad del electorado laborista preferiría «fronteras defendibles», concepto que incluye el Valle del Jordán y los grandes bloques de asentamientos judíos, Maalé Adumim, Gush Etzión y Ariel, todos ellos territorios ocupados por Israel desde 1967.

La encuesta, realizada por el Instituto Dahaf, que dirige la Dra. Mina Tzemaj, indicó además que el 57% de los votantes laboristas, el 65% de Yesh Atid y el 61% de Hatnuá no creen que el actual liderazgo palestino pueda alcanzar una decisión que ponga fin al conflicto con Israel, en comparación con el 97% de los que apoyan al partido ultraortodoxo sefardí Shas y el 91% del Likud de Netanyahu.

Interpelados sobre sus preferencias entre las denominadas fronteras defendibles o acuerdos de paz, el 50% de los votantes laboristas, el 45% de Yesh Atid y el 42% de Hatnuá se decantaron por la primera opción. Y entre los seguidores de la derecha, sólo el 22% de los votantes del Likud prefirieron un acuerdo de paz a fronteras defendibles.

Entre los laboristas, el 31% apoyó la adopción de medidas punitivas contra los palestinos, aunque la mayoría rechaza la anexión de colonias no integradas en los grandes bloques de asentamientos judíos.

Las últimas encuestas pronostican que en las elecciones del próximo 22 de enero los laboristas podrían alcanzar los 20 escaños, lo que los convertiría en la segunda fuerza política del país detrás de la lista conjunta Likud Beiteinu, que encabezan Netanyahu y Liberman.

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