Los líderes de tres partidos centristas y de izquierda fracasaron en el intento de formar un frente único para enfrentar al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, que encabeza los sondeos para las elecciones legislativas del próximo 22 de enero.
«No nos pusimos de acuerdo. Lo lamento», declaró Tzipi Livni, que en noviembre pasado fundó el nuevo partido centrista Hatnuá, luego de abandonar la formación centrista Kadima.
«El objetivo de la reunión era encontrar una forma de remplazar al Gobierno de Netanyahu. Propuse que hiciéramos una campaña común hasta las elecciones», dijo Livni.
En las conversaciones participaron Livni, la líder del Partido Laborista, Shelly Yachimovich, y el dirigente del partido centrista Yesh Atid, Yair Lapid.
Yachimovich afirmó que la ambigüedad de Livni y Lapid con relación a una posible participación en un Gobierno de unidad nacional dirigido por Netanyahu hicieron fracasar las negociaciones.
«Para que el electorado comprenda que presentamos una alternativa seria tenemos que comprometernos a no participar en un Gobierno dirigido por Netanyahu», señaló Yachimovich, cuyo partido podría convertirse en la segunda fuerza del futuro Parlamento.
La jefa del Partido Laborista indicó que las negociaciones podían continuar.
Según los últimos sondeos de intención de voto, la alianza Likud Beiteinu, que encabezan Netanyahu y el ex canciller, Avigdor Liberman, obtendría entre 34 y 36 diputados sobre 120 posibles.
El bloque del conjunto de derecha, ultraderecha nacinalista religiosa y ultraortodoxos dispuestos a apoyar a Netanyahu obtendría entre 66 a 67 diputados.
En la oposición, los laboristas tendrían entre 16 a 18 escaños, Hatnuá 9-10 y Yesh Atid 9-11.
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