Chuck Norris no es de los que ocultan sus preferencias políticas. No lo hizo durante las elecciones norteamericanas con su apoyo a los republicanos, y no lo hace ahora con las próximas elecciones en Israel, con su preferencia por el actual primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu.
Norris explicó en un vídeo lo que Netanyahu aportó a la paz de Israel. La amenaza de Irán, la de la Autoridad Palestina, el terrorismo global y lo importante que es para Israel tener un gobernante fuerte.
«Podrías pensar que soy un tipo duro en mis películas, pero en un barrio problemático como Oriente Medio, Israel tiene su propio tipo duro. Su nombre es Bibi Netanyahu. Vota a Binyamín Netanyahu, porque un primer ministro fuerte en un Israel fuerte», afirmó Norris en su mensaje.
El productor del vídeo es Jonny Daniels, quien pensó en Norris para esta campaña: «Me acerqué a Chuck Norris, quien es conocido aquí en Israel como un gran amigo del primer ministro Netanyahu, y él estuvo de acuerdo en involucrarse en la campaña», explicó Daniels.
Norris ya tiene experiencia en este tipo de acciones. No hace mucho participó en una campaña para no votar por Obama en las elecciones estadounidenses, en la que su ideología y simpatías quedaron de manifiesto.
Sin embargo, un mismo político puede tener dos caras. Netanyahu, que es conocido en el mundo como líder del partido derechista Likud, en Israel se pinta cada vez más de rojo.
«El Likud es como el autobús en el que viajan los del ala derecha del Parlamento, pero con el conductor a la izquierda, que es Netanyahu. Yo por ejemplo estoy en contra del Estado palestino, como la mayoría de los miembros de este partido, pero Netanyahu obviamente no», opinó Natan Levine, el ex votante del primer ministro.
En vísperas de las elecciones en Israel, los votantes centran su atención en los problemas clave, como son las relaciones con la Autoridad Palestina. Y hay partidos que construyen su retórica sobre este fundamento.
En el Estado hebreo, son muchos los ciudadanos que experimentaron en su propia piel el conflicto con los vecinos. Por ejemplo, Tzvika Shajak, cuya hija murió hace 17 años como resultado de un atentado suicida.
«No tenemos un líder entre los políticos de derecha o izquierda, un líder que sea bastante carismático para dirigir el país y llevar la esperanza al pueblo. Pero creo que Netanyahu podrá llegar a un acuerdo gracias a la presión internacional», aseveró Shajak que preside la Organización para Víctimas Israelíes del Terror.
«Lo digo en los términos más claros, el Muro de los Lamentos no es un territorio ocupado. No me importa lo que diga la ONU. Construiremos en Jerusalén porque es nuestro derecho», declaró Netanyahu al Canal 2 israelí.
Y figuras como Chuck Norris, con quienes cuenta el Likud, se suman a la confrontación. Cuando se trata de conseguir votos, lo que es importante es satisfacer la demanda de la sociedad. En el caso de Netanyahu parece que la mayoría, es capaz de modificar la retórica electoral.
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