La policía israelí detuvo en arresto domiciliario a tres jóvenes ultraderechistas que «planeaban cometer actos de provocación durante la visita del papa». «La policía y el Shin Beth tomaron medidas de precaución contra varios militantes de extrema derecha, que planeaban actos de provocación durante la visita del Papa». Estas medidas de seguridad tendrán vigencia durante cuatro días», informó la portavoz policial Luba Samri.
La vocera no agregó ningún detalle sobre la naturaleza de los actos de provocación.
Según los medios locales, los jóvenes activistas quedarán en arresto domiciliario y se les prohibió abandonar su ciudad de residencia a partir del pasado jueves. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron las encargadas de poner en práctica estas medidas.
Estas órdenes restrictivas se aplicaron en particular a dos estudiantes de un seminario rabínico ubicado en el Monte Sion, donde el Papa celebrará una misa en el Cenáculo, lugar donde supuestamente tuvo lugar la Última Cena de Jesús y sus apóstoles, y de la tumba del rey David, indicó «Haaretz».
Dos concentraciones de judíos ultraortodoxos y nacionalistas religiosos, que consideran «impía» la celebración de una misa en el Cenáculo por parte del jefe de la Iglesia católica, ya se llevaron a cabo en este lugar, que cataliza las tensiones desde hace varias semanas.
El abogado de uno de los militantes afectados por la medida consideró que ésta constituye un atentado a la libertad de expresión.
«Israel se convierte en un país no democrático que silencia a quienes protestan, señaló Itamar Ben-Gvir, miembro de la organización ultranacionalista religiosa semiclandestina Kahane Jai, conocido pos sus actos de provocación y violencia, y que regularmente asume la defensa de colonos de extrema derecha.
El Papa Francisco llegará el domingo a Israel. En Jerusalén su visita hará desplegar un enorme dispositivo policial, similar al que se dispuso durante la del presidente norteamericano, Barack Obama, en 2013. En total, se movilizaron 8.000 policías en la ciudad.
Israel ya reforzó además la protección de lugares santos, posibles blancos de vandalismo de judíos extremistas.
«Todo tipo de individuos extremistas destilan un clima de tensión alrededor de esta visita. No sucumbiremos a estas presiones y no los dejaremos hacerlas», aseguró el jefe de la policía israelí, Yohanán Danino.
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