En vísperas de Rosh Hashaná proliferan en los medios israelíes datos de población o curiosidades como cuál fue el nombre más popular, pero la omisión del primero de ellos, Mohamed, en una lista publicada por el Ministerio de Interior liderado por Gideón Saar, que recientemente anunció su próxima renuncia, desató una nueva polémica sobre el racismo en Israel.
Las alarmas saltaron cuando el diario «Haaretz» dio a conocer que la Autoridad de Población y Migración del Ministerio de Interior publicó una lista que excluía los nombres árabes o musulmanes entre los favoritos de los progenitores.
El rotativo llevó a cabo una investigación que reveló que pese a que Yosef y Uri se creían los nombres masculinos más populares, finalmente el número uno de la lista era Mohamed, mientras que Ahmed figuraba en noveno lugar.
La exclusión de esos datos, pese a que no es la primera vez que se produce, recibió airadas críticas de organizaciones y formaciones árabes y de izquierda del Parlamento, que consideraron que una vez más, una institución gubernamental omite al 20% de la población, que representan los árabes.
El diario «Maariv» apuntó en un artículo de opinión que «a la mayoría judía no le interesa conocer cuál es el nombre árabe más popula».
Samah Basoul, periodista de la publicación Al Haya, editada en Nazaret, y miembro de Ilam, Centro de Medios para árabes palestinos en Israel, consideró que este año la decisión podría guardar relación con la creciente amenaza de grupos yihadistas.
«Parece que existe una tendencia al miedo y la sospecha a que aparezca Mohamed, uno de los nombres más populares de Israel, pero este hecho, independientemente de lo que suceda en el mundo no se puede ocultar», explicó.
Basoul señaló que es «una muestra del racismo que emana del Gobierno hacia el sector árabe, que en los últimos años viene padeciendo leyes segregacionistas y un intento de separar a los musulmanes del resto, la política del divide y vencerás».
«Existe un vínculo negativo respecto a Mohamed y Ahmed, nombres que no sólo tiene connotaciones religiosas. Aquí hay una cultura árabe e islámica que existe y seguirá existiendo», denunció.
El director del Centro Mosawa para la Defensa de los Ciudadanos Árabes en Israel, Jafar Farah, afirmó que la omisión no le sorprendía.
«Vemos este paso como parte de la política xenófoba de aislar a la comunidad judía de Israel de la región, de sus vecinos, y vemos que el Estado y sus instituciones se refieren a Israel como Estado judío y no israelí», declaró.
Para el diputado Isawi Freij, del partido de izquierda Meretz, la medida «responde a motivaciones racistas. Lo cierto es que Saae temía ver el titular 'Mohamed es el nombre más popular de Israel'», aseguró.
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