El Pew Research Center realizó sondeos en 40 países y detectó que para los consultados hay siete grandes problemas que pueden desestabilizar la vida en el mundo. Para sorpresa de muchos, el conflicto israelí-palestino no figura entre ellos.
El cambio climático es la mayor amenaza para el planeta, según el estudio internacional que hizo recientemente el reconocido think tank estadounidense. En promedio, el 46% de los 45.435 participantes alrededor del mundo se manifiesta «muy preocupado» por este fenómeno.
El segundo problema global que concita mayor atención es la inestabilidad económica, señalada por el 42%. Completa el podio la violencia sin límites del Estado Islámico (EI), con 41%.
Luego vienen el programa nuclear iraní (31%), los ciberataques (30%), las tensiones con Rusia (24%) y las disputas territoriales con China (18%).
Obviamente, éste es el resultado de un promedio entre poblaciones muy diferentes. Por eso, si se analizan las amenazas por región, el panorama es heterogéneo.
Por ejemplo, el cambio climático está a la cabeza sólo en dos de los seis subcontinentes en los que se divide la encuesta del Pew Research Center: América Latina (61%) y África (59%). En el primer caso, queda bastante cerca la inestabilidad económica (54%); en un lejano tercer puesto compartido aparecen el EI, el programa nuclear iraní y los ciberataques (33%); y con escasa atención están las tensiones con Rusia (22%) y las disputas territoriales con China (21%). Los números son muy similares en África.
Dentro de la región, los que están más preocupados por el cambio climático son los brasileños y los peruanos (75%). En ambos, la inestabilidad económica es el otro fenómeno que más asusta (60 y 58%, respectivamente). El mismo orden se verifica en Argentina, Chile y México, aunque las dos cuestiones concitan menor atención que en los otros.
Venezuela tiene una particularidad: es el único país en el que una y otra amenaza están equiparadas, en 60%. No llama la atención, considerando la debacle económica y social que está atravesando el país. En ningún país latinoamericano el conflicto entre israelíes y palestinos es una amenaza global urgente de tratar.
En el resto de las regiones prevalece el temor al EI. Esta organización es percibida como una amenaza máxima en Europa: así lo señala el 70% de los consultados. Algo que se explica porque de sus países provienen muchos de los militantes de Estado Islámico, además de que, en algunos casos, fueron blanco de sus atentados.
Como podría esperarse, en Francia, que a lo largo del último año fue conmovida por diferentes ataques, el EI encuentra uno de sus niveles más altos (71%). Pero hay un país en el que se lo ve como un riesgo todavía mayor: España, donde alcanza al 77% de los encuestados. Esto podría no ser tan fácil de explicar. En cambio, sí parece lógico que sea el lugar en el que más alto llega el miedo a la crisis económica (63%), teniendo en cuenta que fue uno de los más afectados por la depresión posterior al crack de 2008.
Europa Oriental parece ser otro continente, ya que las prioridades son muy diferentes. Apenas si se le da importancia al Estado Islámico: en Polonia, Rusia y Ucrania sólo se fijan en lo que hace esa organización yihadista el 29, el 18 y el 9% de las personas, respectivamente.
¿Dónde ponen el foco éstas sociedades? A los polacos y, especialmente, a los ucranianos, les preocupa mucho el avance imperial de Moscú. La anexión forzada de la Península de Crimea y el apoyo a las milicias separatistas en el este de Ucrania son los emergentes más notorios. Para los rusos, en cambio, el tema excluyente es la economía, que suma el 43%. Resulta lógico que esto sea así en un país que sufre las devastadoras consecuencias de las sanciones que las potencias occidentales le vienen aplicando por su política hostil y expansionista sobre sus vecinos.
En Estados Unidos, el desafío del EI es visto de una manera muy similar a Europa Occidental y alcanza al 68% de la población. La diferencia es que hay otras dos amenazas casi al mismo nivel: Irán (62%) y los ciberataques (59%).
En Oriente Medio, donde se desarrolla el grueso de la actividad militar y terrorista del EI, el grupo concita el 54% del temor, muy por encima de cualquier otro tema. A la cabeza está Líbano, donde atrae la atención del 84% de la gente. El único país en el que Irán es visto como algo más importante es, lógicamente, Israel (53%), enemigo del régimen de los ayatolás, que en más de una oportunidad prometió borrarlo del mapa.
Las excepciones en estas regiones son India y China. En el primero, la amenaza es, con mucha ventaja y muy por encima de sus vecinos, el cambio climático (73%). La razón excluyente es que se convirtió en el país con mayor contaminación ambiental del planeta, producto de su desarrollo industrial desregulado. Lo de China es más curioso: la principal preocupación es la misma, pero con apenas 19%, lo que evidencia las enormes diferencias idiosincrásicas que tienen sus habitantes frente al resto del mundo.
Un dato muy interesante que aporta la investigación del Pew Research Center es que, al interior de cada sociedad, las percepciones varían sustantivamente según la edad de las personas. Esto es muy claro en lo que respecta a las amenazas más geopolíticas, que carecen de interés para los más jóvenes, pero preocupan mucho a los grandes. Sobre todo, a aquellos que vivieron en la época de la Guerra Fría, cuando el mundo estaba dividido entre este y oeste, y siempre había un potencial conflicto geopolítico a la vuelta de la esquina.
Por caso, en Estados Unidos, el 40% de los menores de 30 años se muestran muy preocupados por el programa nuclear iraní. Pero el porcentaje asciende a 73 entre los mayores de 50. Lo mismo se puede ver en Francia, donde apenas el 24% de los jóvenes le prestan atención a este tema, que, en cambio, preocupa al 54% de los que superan los 50 años.
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