Miles de cristianos evangélicos de casi un centenar de naciones marcharon por Jerusalén para mostrar su apoyo a Israel en un desfile que tiene lugar cada año en Sucot. Las laderas del parque Saker se llenaron de banderas de 85 países en la marcha que recorrió la ciudad al ritmo de tambores y trompetas.
«Es una bendición, un honor, un privilegio poder estar aquí. Nos sentimos muy amados y también hemos venido a bendecir a Israel», dijo Nadil, nacida en argentina y escoltada por su hijo Efraim la argentina Nadil, que reside en la ciudad española de Alicante desde hace años.
La mujer, que sostiene una gran bandera española con el lema «Israel no estás solo», apenas pudo contener la emoción al confesar que participa por cuarta vez en un evento que organiza anualmente la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, que representa a congregaciones evangélicas de todo el mundo, en coincidencia con Sucot, la Fiesta de los Tabernáculos, una de las tres festividades judías en las que se peregrina a Jerusalén.
Las corrientes cristianas evangélicas hacen una lectura literal de un capítulo del Génesis en el que se asegura que los «gentiles» deben respaldar a los judíos para que el Mesías pueda bendecir al mundo entero.
El retorno a Sión de todo el pueblo de Israel es uno de los principales requisitos para el advenimiento de Jesús a esta tierra por segunda vez y condición para la redención final, sostienen.
Por esta razón, suelen mostrar un apoyo incondicional al Estado de Israel y participan en manifestaciones en defensa de sus políticas.
«Nos encontramos aquí cada año gente de todas las naciones. Es verdad que hay mucho antisemitismo, pero también hay mucho amor por Israel», aseguró Nadil.
En esta nueva edición, los promotores del encuentro estimaron en al menos en 5.000 las visitas de cristianos que llegados de todo el mundo sumaron sus mejores aspiraciones para Jerusalén.
Muchos estaban ataviados con trajes característicos de sus países o camisetas con la bandera nacional y agitaban panderetas y otros instrumentos musicales en medio de cánticos y consignas en solidaridad con Israel.
Al desfile se unieron también miles de israelíes, que marcharon ordenados por su pertenencia a empresas, clubes deportivos, instituciones o a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) al ritmo de la música de bandas y músicos particulares y lucieron ropas coloridas y festivas
Las fuerzas de seguridad reforzaron su presencia en la capital hebrea y cerraron varias avenidas del centro para facilitar su recorrido por el corazón de la urbe.
«Hoy estamos aquí para unirnos a la marcha por nuestro apoyo a Jerusalén e Israel», dijo Lisa, llegada de Reino Unido días atrás junto a miembros de la Iglesia baptista a la que pertenece y que por una semana decidieron hermanarse con Jerusalén y sus festividades.
«Estoy disfrutando el lugar en el que el rey de reyes nació y a cada paso que damos sentimos su presencia, su bendición. Bendecimos a esta nación con el amor del eterno. ¡Y que siga la fiesta!», pidió sonriente Reina Serna, de El Salvador.
Fotos: Gentileza Danny Schwarz
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