La llegada del Papa Francisco a Tierra Santa este fin de semana supondrá una inyección para el turismo en la zona, al menos en Jerusalén, según informaron autoridades israelíes.
El ministerio de Turismo aseguró que este año el turismo cristiano al Estado hebreo se incrementará un 10% gracias a la visita papal, aunque el Gobierno también hizo una inversión económica de aproximadamente tres millones de dólares para atraer a más peregrinos a través de una campaña de marketing en internet.
«Estamos muy honrados por la elección del Papa de visitar Israel y continuaremos recibiendo a los creyentes con los brazos abiertos, porque decidieron venir a Israel siguiendo los pasos del Papa», comentó el ministro de Turismo israelí, Uzi Landau.
En Cisjordania la visita papal podría tener resultados más modestos, especialmente por que según las autoridades palestinas, el objetivo no es atraer turistas, sino influencia.
«Nosotros no queremos hacer dinero con los cristianos ni con la figura del Papa, queremos que la gente vea Belén y queremos beneficiar positivamente a Palestina, así que no sabría decir cuántos cristianos van a venir tras el Papa», comentó Xavier Abu Eid, uno de los portavoces de la Autoridad Palestina (AP).
«Lo que queremos es centrarnos en ayudar a cristianos locales», resaltó Abu Eid. Aunque no está claro si la visita papal dejará ciertos beneficios en la zona, desde luego pondrá a Israel y Cisjordania en el punto de mira mundial durante dos días, por lo que las autoridades israelíes se están empleando a fondo para asegurarse de que todo transcurra sin sobresaltos.
Miles de policías y soldados patrullarán la Ciudad Vieja de Jerusalén durante los dos días que el Papa Francisco pasará en la ciudad y el centro de Jerusalén estará cortado durante varias horas el domingo y el lunes para ajustarse a la sesión maratoniana de visitas que hará en varios lugares, incluyendo el Memorial del Holocausto de Yad Vashem.
Para garantizar la seguridad del Papa, además de la legión de policías en la ciudad, el Shin Bet también estará pendiente de cualquier posible alteración, especialmente ante los últimos actos vándalicos de extremistas judíos contra instituciones cristianas.
En Belén la seguridad será más relajada por que según los organizadores, el objetivo es que le vea la mayor cantidad de gente posible.
«Aquí hay menos tensión con el tema de los cristianos que en Israel y lo que queremos es que le vea la gente. Y si ponemos una seguridad draconiana, entonces no le va a ver nadie, como va a pasar en Jerusalén, donde el Papa apenas va a pisar la calle», afirmó Abu Eid.
Este año, a diferencia de la última visita papal en 2009, Israel dio más de 400 permisos a cristianos de Gaza para que acudan a Jerusalén durante esos dos días.
«El Gobierno israelí nos informó que va a entregar estos permisos, algo que no hicieron durante la visita de Benedicto XVII, en la que tan sólo permitieron a religiosos cruzar para ir a Jerusalén», comentó Abu Eid.
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