El jeque Abu Sufyan al Azdi, alias «Said Ali al Shihri», uno de los líderes de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), hizo un llamamiento «a todos los musulmanes a unirse en la lucha contra los gentiles» - en referencia a Occidente e Israel - «y a los apóstatas» - en referencia a los chiítas, con Irán a la cabeza - para defender la casa de los musulmanes sunnitas en Meca y Medina, en Arabia Saudita», al tiempo que criticó a la familia regente en el país, los Al Saud, por «apóstatas y blasfemos».
Al Shihri dijo que en estos momentos, Occidente, Israel e Irán «forman una asociación en combate contra los musulmanes».
«Si Estados Unidos y los sionistas guerrean contra el Islam en Palestina, Yemen y Afganistán, Irán muestra sus agresivas ambiciones en la región desde Bahréin hasta Siria», acentuó.
«Pido a todos los musulmanes del mundo árabe que se unan y vayan a Yemen para proteger a Alá. El territorio del Islam fue atacado por Estados Unidos y sus marionetas, entrenadas en la Embajada estadounidense», apuntó.
«Ahora Irán desplegó sus fuerzas en la región para luchar contra el Islam y los musulmanes. ¡Caballería de Dios, a vuestros caballos!», clamó al Shihri, en una incitación a la lucha contra Irán.
En su discurso, al Shihri acusó al régimen saudita de «apostasía y blasfemia» y subrayó que la única manera en la que los musulmanes volverán al poder es a través del retorno al camino recto del Islam. Por ello, manifestó que «los musulmanes están obligados a luchar contra el régimen saudita, porque están fuera del Islam».
En referencia a las protestas en el país, Al Shihri criticó con dureza a régimen saudita por reprimir con escasa dureza las manifestaciones, y, al tiempo, «permitir a los infieles y a los apóstatas vivir en el este del país», según informó el diario islamista ruso «Umma News», que recoge el comunicado y el vídeo colgado en YouTube.
«Muestra que hemos visto toda la acción del Gobierno y los intelectuales gubernamentales, pero no se explicó los peligros que suponen estos miembros a la tierra sagrada de los sunnitas», agregó.
Al Shihri llamó «al asesinato de todo aquel que cambie su religión por suponer una apostasía del Islam», lo que afecta a toda la población chiíta del país. Además, pidió que «se roben todas las posesiones de los asesinados y que se transfieran a las autoridades sunnitas, que son sus legítimos propietarios».
Se sospecha que Al Shihri estuvo involucrado en el secuestro y asesinato de extranjeros en Yemen. Fue capturado en la frontera entre Pakistán y Afganistán en diciembre de 2011 y fue uno de los primeros presos de la base naval estadounidense en Guantánamo, en donde permaneció entre 2002 y 2007.
En noviembre fue repatriado y puesto bajo custodia de Arabia Saudita, quien le incluyó en un «plan de rehabilitación para yihadistas» financiado parcialmente por Estados Unidos. Poco después de salir del centro viajó a Yemen, donde se unió a las filas de AQPA.
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