Tres altos cargos de la organización islamista egipcia de los Hermanos Musulmanes presentaron su dimisión en protesta por la nominación del número dos del grupo, Khairat El-Shater, como candidato a las próximas elecciones presidenciales.

Entre los dimisionarios están un antiguo portavoz del grupo, Kamal al Halabawy; un dirigente de la provincia de Gharbia, Ahmed al Komy, y un dirigente de la provincia de Sherbin, Reda Ahmed, informa el diario egipcio «Al Masry al Youm».

Al Komy defendio en su página de Facebook una revisión del principio de «obediencia absoluta» y una reestructuración de los Hermanos Musulmanes.

«No tenía previsto abandonar el grupo nunca, pero ahora tengo que cuestionar la cultura de sus miembros», explicó Al Komy.

Por su parte, Ahmed alegó que dejó el grupo tras 20 años en él porque en los últimos cinco años no se sintió identificado con las decisiones de su dirección y denunció que se comporta como «una organización infallible».

Mientras, Al Halabawy argumentó que los militares utilizarán a El Shater para acabar con el impulso revolucionario que obligó a dimitir en febrero de 2011 al presidente Hosni Mubarak. Desde entonces el Ejército asumió las competencias presidenciales.

El Shater fue elegido candidato presidencial en una reunión conjunta del Consejo de la Shura de los Hermanos Musulmanes y de la dirección de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), claro vencedor de los recientes comicios legislativos.

Sin embargo, en un primer momento tras la Revolución del 25 de Enero, los Hermanos Musulmanes habían anunciado que no presentarían un candidato propio en las presidenciales para no monopolizar el poder.

La campaña de El Shater ya cuenta con una página de apoyo en Facebook creada, entre otros, por el propio hijo del candidato, Saad El Shater. En tan sólo unas horas la página contaba ya con más de 35.000 seguidores.

Los Hermanos Musulmanes argumentaron que la presencia de varios candidatos presidenciales afines al antiguo régimen de Mubarak pone en peligro el proceso revolucionario, pero otras fuentes apuntan a que lo que inquietó a los dirigentes del grupo es la popularidad de candidatos como Abdel Moneim Abul Fotouh, expulsado de los Hermanos Musulmanes precisamente por postularse a la presidencia, o el predicador salafista Hazem Salah Abu Ismail.

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