El jefe de Policía Yohanan Dañino informó que la policía aumentará el número de patrullas, elevará los niveles de alerta y monitoreará las áreas específicas que corren mayor riesgo de ataque, especialmente en las ciudades mixtas.
La policía israelí solicitó hoy refuerzos cerca de los lugares sagrados musulmanes, tras el ataque a una mezquita en la Alta Galilea la madrugada del lunes, cometido supuestamente en represalia por parte de extremistas de derecha.
Como consecuencia del incendio contra la mezquita, el comisionado de jefe de Policía Yohanan Danino anunció que las fuerzas policiales reforzarán las patrullas, incrementarán los niveles de alerta, aumentará las tareas de inteligencia en el lugar, monitoreando las áreas específicas que se encuentran bajo un mayor riesgo de ataque, poniendo el énfasis en las ciudades mixtas.
Mientras tanto, unos 300 árabes-israelíes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad local en la Alta Galilea este lunes, en respuesta al ataque. De acuerdo con los informes de la policía, los residentes de la aldea beduina árabe de Tuba-Zangariye comenzaron a marchar hacia la cercana ciudad de Rosh Pina, arrojando piedras a las fuerzas de seguridad e incendiando neumáticos.
Las fuerzas de la policía utilizaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para disuadir a los manifestantes.
La mezquita fue incendiada la noche del domingo; las llamas causaron graves daños en su interior; todo lo que allí había quedó completamente destruido, incluyendo los libros sagrados.
El ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovitch, visitó hoy la mezquita incendiada; horas más antes ya habían estado allí también el presidente israelí, Simon Peres, y los rabinos jefes de Israel, Shlomo Amar y Yona Metzger.
Varias pintadas aparecieron en las paredes de la mezquita, con lemas como “venganza” y “política de represalia”. La policía israelí informó que ya ha arrestado a varios sospechosos implicados en el ataque, pero no brindó más detalles.
El jefe de Policía del Distrito Norte, mayor general Roni Atia, calificó el incidente como un hecho “muy grave en el contexto de los ataques de “represalia.” Atia ha organizado un equipo especial para investigar el ataque y capturar a sus autores.