Recientes informes de servicios de inteligencia occidentales aseguraron que Irán está utilizando aviones civiles para transportar a Siria personal militar y grandes cantidades de armas a través del espacio aéreo iraquí para ayudar al presidente, Bashar al-Assad, en su intento de aplastar el levantamiento contra su gobierno, que ya lleva 18 meses.

«Esto es parte de una versión revisada del modus operandi iraní que los funcionarios estadounidenses sólo han dirigido recientemente al público, tras las declaraciones anteriores en sentido contrario», reza el informe proporcionado por una fuente diplomática de la ONU.

«También va en contra de las declaraciones por parte de funcionarios iraquíes. Los aviones están volando desde Irán a Siria a través de Irak sobre una base casi diaria, llevando soldados de la Guardia Revolucionaria y decenas de toneladas de armas para las fuerzas de seguridad sirias y las milicias que luchan contra los rebeldes».

A pesar de que Irak lo niegue, la realidad es que los envíos de armas a Damasco no son nuevos, y según el informe de inteligencia, el alcance de ellos es mucho mayor de lo que se reconoce públicamente. El informe también asegura la inexistencia de un acuerdo formal entre Teherán y Bagdad, sólo un pacto informal de no cuestionar las posibles transferencias a Siria.

En comentarios publicados por medios de comunicación iraníes, el jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohammad Ali Jafari, afirmó que sus tropas estaban proporcionando asistencia no militar en Siria y Líbano. Además, aseguró que Teherán podría involucrarse militarmente en Siria si su aliado más cercano fuerse atacado. Sin embargo, tan sólo un día después, el ministerio de Exteriores de Irán negó esos comentarios.

A principios de este año, un panel de expertos recomendó que la línea aérea iraní, Yas Air, fuera colocada en la lista negra de la ONU por ayudar a Irán a eludir un embargo de armas de la organización. Hasta ahora, el Consejo de Seguridad no ha tomado ninguna medida sobre esa recomendación. Los informes de Naciones Unidas han descrito los envíos de armas iraníes a Siria a través de Turquía, no Irak, cosa que, según explicó el informe, habían cesado.

Desde que Ánkara ha adoptado una posición firme en contra de Siria, y declaró que interceptaría todos los envíos de armas enviadas al régimen de Assad a través de territorio turco o el espacio aéreo, Teherán casi ha parado por completo el uso de este canal.

Teherán tiene prohibida la venta de armas debido a un embargo de la ONU, que es parte de las sanciones más amplias contra la Republica Islámica por su programa nuclear.

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