La policía israelí detuvo al Mufti de Jerusalén, Mohamed Hussein, el principal clérigo musulmán en Israel en una inusual intervención contra un religioso prominente y lo interrogó durante varias horas antes de dejarlo en libertad sin cargos.
La detención, que se produjo después de incidentes en la Explanada de las Mezquitas, en el Monte del Templo, provocó enérgicas condenas de los líderes palestinos y de Jordania y amenaza complicar los esfuerzos del secretario de estado norteamericano John Kerry para reanudar las negociaciones en Oriente Medio.
Como reflejo de las tensiones crecientes, manifestantes israelíes y palestinos chocaron frente a la Ciudad Vieja y la policía arrestó a varios miembros de ambos bandos.
En una reunión del Parlamento jordano, diputados de partidos islamistas criticaron duramente la detención del Mufti y llamaron al Gobierno a expulsar del país al embajador hebreo así como a anular el tratado de paz firmado con Israel.
El ministro de Interior jordano, Hussein al-Majali, quien encabeza de forma interna la cartera de Exteriores, convocó al embajador israelí en el reino hachemita, Daniel Nevó, para protestar por la detención del Mufti.
La decisión de Al Majali fue tomada apenas horas después de que la cámara baja del Parlamento jordano aprobara de forma unánime una propuesta para llamar a consultas al embajador jordano en Tel Aviv.
El portavoz policial Micky Rosenfeld dijo que el Mufti de Jerusalén fue interrogado durante seis horas en relación con «recientes disturbios» en un complejo de la Ciudad Vieja que es venerado por judíos y musulmanes, que incluyeron «incitación, disturbios y perturbación del orden público».
«Hussein fue puesto en libertad sin ser acusado», agregó. No entró en detalles, pero Rosenfeld dijo que el clérigo musulmán recibió una advertencia y se le dijo que redujera las tensiones un día después que feligreses musulmanes arrojaron piedras y sillas a turistas que visitaban el complejo que incluye la mezquita de Al-Aqsa.
Hussein, que fue designado Mufti en el 2006, no hizo declaraciones.
El complejo sagrado se encuentra en uno de los sitios más delicados de la región. Es venerado por los judíos como el Monte del Templo, construido sobre las ruinas de los dos templos hebreos bíblicos. Los musulmanes lo llaman Haram al-Sharif, o Noble Santuario. Alberga la mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar religioso más importante del islam. A su lado se alza la emblemática Cúpula de la Roca, o Mezquita de Omar.
Los reclamos de una y otra parte sobre el complejo son esenciales en el conflicto árabe-israelí. Los palestinos consideran las visitas de los israelíes a la mezquita como una provocación.
El Mufti de Jerusalén es el clérigo de mayor rango a cargo de los lugares religiosos islámicos en Jerusalén, incluso Al Aqsa. Su predecesor, Ekrima Sabri, fue detenido durante varias horas en 2002, durante la segunda Intifada palestina, bajo sospecha de incitar ataques suicidas.
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