Mientras menosprecian a la mujer, los rabinos difamadores, que la alejan y humillan, denigran a Dios, dado que ella fue creada y bendecida por Él y su sentencia es equivalente a la del hombre. Ambos son "Personas", creadas a su semejanza.
Dos documentos están predestinados a enseñarnos la esencia del Estado de Israel y sus características. Uno, conocido y reconocido, es "la Declaración de la Independencia". Se estudia en las escuelas y depende de las instancias del gobierno para el conocimiento de todos.
En el segundo figuran los principios fundamentales del primer gobierno israelí electo, aceptados por unanimidad por los miembros del primer Parlamento el 11 de Marzo de 1949.
La primera coalición gubernamental estaba formada por el Partido Avodá (en ese entonces MAPAI) y la fracción "Frente Religioso Unido" que fusionó a los cuatro partidos religiosos: Mizrahi, Hapoel Hamizrahi, Agudat Israel y Poalei Agudat Israel, una lista única que obtuvo 16 mandatos.
En dicho acuerdo, el primer capítulo de los lineamientos básicos trata sobre la responsabilidad conjunta de todos los partidos por las acciones del gobierno y resoluciones, mientras que el segundo asegura: "la seguridad, la igualdad y la democracia".
Estos son los conceptos establecidos:
"Por ley que basimentará el lineamiento democrático y republicano en el Estado de Israel, se asegurará la absoluta igualdad en los derechos y obligaciones para todos los ciudadanos sin diferencias de religión, raza o nacionalidad. Se asegurará la libertad de credo, conciencia, expresión, educación y cultura.
Habrá absoluta igualdad de la mujer, de sus derechos y obligaciones en la vida del país, en la sociedad, en la economía y en todo el sistema legislativo. Tendrá vigencia la libertad de agrupación y libertad de expresión oral y escrita, salvaguardando la seguridad del Estado, su libertad e independencia, respetando los derechos del prójimo".
Hermoso documento, aunque no fue fácil asegurar a la mujer "igualdad plena de derechos y obligaciones en la vida del país, la sociedad, la economía y el sistema de leyes". No fue fácil, pero lo logramos en gran forma, en el terreno legal, en la promoción de mujeres, ampliando sus conocimientos e intervención. Actualmente no son menos capaces intelectualmente en sus conocimientos y en el cumplimiento de sus funciones nacionales que los hombres.
Y he aquí, que últimamente cayó sobre nosotros el extremismo y la ignominia de los hombres ultraordoxos en todas sus manifestaciones, que unificaron sus fuerzas haciendo causa común con sus arcaicos rabinos, con el propósito de execrar a las mujeres y alejarlas de la sabiduría de la Torá: La ignominia en el Muro de los Lamentos, el menosprecio en la entrada en los autobuses por la puerta trasera, el tener que sentarse alejada de sus familias. Para ellos, una niña de siete años ya es una mujer y debe viajar en la parte trasera de un autobús.
Dichos hombres ultraortodoxos expulsan a las mujeres de las calles de la ciudad para que puedan pasar "sin peligro" "los hombres de negro". Toda esta conducta es una gran vergüenza para Israel. Ellos dicen, con hipocresía denigrante, que actúan acorde a las leyes de la Torá.
Se trata de una flagrante mentira. Ellos denigran la Torá y los actos de creación de Dios. Lean el capítulo 1 en el Libro Génesis "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; macho y hembra los creó. Y bendiciéndolos dijo Dios: "Creced y multiplicaos y colmad la tierra y sojuzgadla; y dominad a los peces del mar a las aves del cielo y a todo animal que se desplaza sobre la tierra" (Génesis; 1:26-28). No hay indicios en la Torá de que el hombre sea superior a la mujer, ambos fueron creados a imagen de Dios.
Pero el caso es aún peor. Mientras menosprecian a la mujer, la alejan y la humillan, ellos denigran a Dios, dado que ella fue creada y bendecida por Él y su sentencia es equivalente a la del hombre. Ambos son "Personas", creadas a su semejanza.
Abran el Capítulo V del Libro Génesis, párrafos 1 y 2, y lean en voz alta: "Este es el libro de los descendientes de Adán: Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a su semejanza. Hombre y mujer los creó, y los bendijo. Y el día que fueron creados, llamó el nombre de ellos Hombre."
¿Será que los rabinos difamadores y los parásitos alumnos de sus seminarios, que insultan a las mujeres y se aprovechan de su capacidad laboral, actúan en nombre de la Torá? ¿La Torá de quién? La Torá como está escrita en la Biblia, o la Torá de los ultraortodoxos que viven a costa de la población y de sus mujeres arrinconadas en la parte trasera de los autobuses y en las márgenes de las veredas.
Nada me convencerá, ni a mujeres como yo, de que los rabinos que blasfeman - como el gran rabino de Shas - son mejores "Personas", creadas a imagen de Dios, que las mujeres trabajadoras que los sustentan, que forman familias e intensifican los conocimientos de sus hijos.
Debemos dar nuestra opinión por la vergüenza que crece entre nosotros, y todo en nombre de la arrogancia. La jactancia y la holgazanería no tienen fin. De todas maneras, el alma de Dios desapareció en aquellos que menosprecian a las mujeres, y todas fueron creadas a imagen de Dios.
Fuente: Haaretz - 19.12.10
Traducción: Lea Dassa par Argentina.co.il