La Universidad de Tel Aviv anunció su decisión de no autorizar un concierto en el que figuraban piezas del compositor alemán Richard Wagner, tras recibir fuertes presiones por parte de grupos de supervivientes del Holocausto.
El concierto, previsto para el próximo 18 de junio, despertó airadas protestas, especialmente de supervivientes de la barbarie nazi, tanto por el antisemitismo del compositor germano como por ser el músico de cabecera de Hitler.
La Universidad de Tel Aviv expresó en un comunicado que las razones de su decisión se debieron a que los organizadores del evento ocultaron deliberadamente sus intenciones de que se interpretará a Wagner como parte de la programación del concierto.
«Usted deliberadamente nos ocultó este dato básico. Recibimos fuertes protestas que nos exhortaban a suspender este evento controvertido y que ofendería profundamente al público israelí en general y a los supervivientes del Holocausto en particular», indica el documento dirigido a Yonathan Livni, fundador de la Sociedad Wagner Israel, encargada de organizar el evento.
En el concierto tenía previsto participar una orquesta integrada por 100 músicos bajo la batuta de Asher Fisch.
Entre las voces que se levantaron contra este acto se encuentra la de Uri Chanoch, vicepresidente del Centro de supervivientes del Holocausto, que representa a 52 organizaciones de todo el mundo. Chanoch escribió una carta al presidente de la Universidad de Tel Aviv, Yosef Klafter, pidiéndole que prohibiera el concierto pues consideraba inaceptable que la música de Wagner que sonó en los campos de concentración nazis fuera interpretada ahora en un escenario de la Universidad de Tel Aviv.
«Esto es tortura emocional para los supervivientes del Holocausto y para un amplio público del Estado de Israel», afirmó Chanoch, que remitió la misma cara al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu y al ministro de Educación, Gideon Saar.
La figura de Wagner sigue siendo un tabú en Israel, lo que apenas se rompió en las últimas décadas.
El director argentino-israelí, Daniel Barenboim, experimentó en 2001 las dificultades de tocar música de Wagner en Israel, cuando una parte del público abandonó su concierto en que interpretaba partes de «Tristan e Isolda».
El diario Haaretz informó que el mes pasado, la Ópera de Israel pidió a un coreógrafo británico que eliminará un fragmento con música de Wagner contenido en la banda sonora de un espectáculo que iba a ser presentado en Tel Aviv.
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