El patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, pidió "la paz, la estabilidad y la seguridad en Oriente Medio" y rezó "por la reconciliación en Siria, Egipto, Irak y el norte de África", en su homilía en Belén, antes de la tradicional misa del gallo con motivo de la Nochebuena.
En su mensaje navideño, monseñor Twal, de 71 años y principal autoridad católica romana en Tierra Santa, dijo estar "preocupado" por los cristianos de Oriente.
En Egipto y en Túnez, donde las revueltas populares pusieron fin a décadas de dictaduras "laicas", los partidos islamistas se erigen como los grandes vencedores, cosechando en las urnas el fruto de las revueltas. En Libia y en Siria, también resurgen los islamistas.
"Nuestra región atraviesa transformaciones radicales que tienen un impacto en nuestro presente y nuestro futuro. No podemos quedar como simples espectadores", advirtió en su homilía.
Monseñor Twal criticó la situación de un Oriente Medio convulso, sobre todo para los jóvenes llenos de aspiraciones legítimas y frustrados por la situación económica y política, y dirigió sus oraciones a "todos los amigos que participaron en nuestras esperanzas y nuestras inquietudes durante las revoluciones árabes".
En una homilía con un tono más político que en años anteriores, debido a la Primavera Árabe, monseñor Twal, nacido en Jordania, abordó la cuestión palestina, coincidiendo con la solicitud de la adhesión de un Estado en la ONU.
Twal saludó al presidente palestino, Mahmud Abbás, que asistió a la misa del gallo, y lo felicitó por sus esfuerzos en favor de una paz justa en Oriente Medio cuya creación de un Estado palestino es uno de sus principales componentes.
El prelado destacó que los palestinos acudieron a la ONU con la esperanza de una solución justa al conflicto, con la intención de vivir en paz y en seguridad con sus vecinos y exhortó a los fieles a derrumbar los muros de sus corazones para echar abajo los muros de hormigón.
"Queremos que el camino tomado por nuestros antepasados para ir a Belén quede abierto, sin barreras ni retenes, abierto a los peregrinos del mundo entero, incluido el mundo árabe", pidió.