La difusión de estos datos coincide con el escándalo que produjo la publicación en los últimos días de un caso de acoso sexual en la oficina del primer ministro Binyamín Netanyahu.
Natán Eshel, jefe de la oficina gubernamental del mandatario israelí, se vio obligado a tomar un permiso laboral de diez días mientras es investigado por las acusaciones que hicieron contra él tres empleados de su despacho que afirman que acosó sexualmente a una empleada.
En un estudio elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Trabajo israelí y publicado hoy en el diario Haaretz se determina que un 11,4% de las mujeres empleadas en Israel aseguran que fueron acosadas sexuamente en el trabajo.
La investigación, llevada a cabo con entrevistas a unas 3.000 mujeres, muestra también que un 21% de las que sufrieron acoso en el trabajo consideran que su productividad laboral se reduce una media del 30%.
Además, una décima parte de las trabajadoras que se sienten acosadas o bien tienen que abandonar el puesto o son despedidas.
El estudio señala que más de una tercera parte sufre el acoso de su superior directo, mientras que un 26% asegura que el acosador, si bien no tiene un cargo inmediatamente superior, ostenta un puesto de categoría superior en el lugar de trabajo.
Tres terceras partes de las víctimas permanecen en su mismo puesto y lugar de trabajo y un 30% asegura que el acoso continúa.
La mayor parte - un 60% - de las encuestadas aseguran no saber a quién recurrir si sufren acoso en su trabajo y sólo un 7,6% de las acosadas dicen que elevaron una queja por los abusos.