El centro académico de Ariel, asentamiento judío en el norte de Cisjordania, no recibirá de momento estatus de universidad, decidió el Consejo israelí de Educación Superior sobre un polémico asunto que colocó al mundo universitario contra el Gobierno.
«A tenor de la importancia y complejidad del asunto, el Comité decidió no cambiar la decisión efectuada hace seis años de no establecer, a este punto, otra universidad?», dijo en un comunicado.
Su recomendación es mantener el estatus temporal de centro académico - que expira dentro de diez días - y examinar de nuevo el asunto el próximo año.
La sección de Planificación y Presupuesto del Comité mantiene así la nomenclatura oficial de «centro académico» con el que recibió reconocimiento temporal en 2007 con el compromiso de revisar el tema cinco años más tarde.
El Comité tenía por ello que decidir ahora al respecto y desde hace semanas se especulaba con que daría luz verde al cambio, lo que llevó a los presidentes de las siete universidades israelíes a escribir una carta de protesta al primer ministro Binyamín Netanyahu.
Los responsables universitarios advirtieron del «golpe mortal al sistema de educación superior que supondría la creación de una octava e innecesaria universidad».
«Durante muchos años, las universidades padecen de falta de fondos, lo que daña las posibilidades de investigación de Israel, generando una fuga de cerebros y retrasando la mejora de la infraestructura de investigación y educación», argumentaron en la misiva.
Daniel Zajfman, responsable del Instituto Weizmann de Ciencia de Rehovot, llegó a afirmar incluso que su institución cortaría todo vínculo con el centro de Ariel si recibía el estatus de universidad.
A la inversa, el diputado del partido ultranacionalista Israel Beitenu, Alex Miller, dejó claro que el cambio de estatus formaba parte del acuerdo por el que entraron en la coalición de Gobierno y que una decisión contraria generaría una situación difícil.
La creación del centro de Ariel fue aprobada en 2005 pese a la oposición de los partidos de centro e izquierda y la opinión en contra de las autoridades educativas del país.
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