En la zona de Hamakim, en el norte de Israel, se ha desatado una gran polémica ante el abuso sexual de una menor cometido por un grupo de 12 chicos también menores de edad. Todo comenzó cuando la víctima tenía sólo 10 años.


En esta última semana la sociedad israeli se conmocionó ante una nueva denuncia de abuso sexual infantil. La policía detuvo a doce menores de edad de la zona de Hamakim, sospechosos de haber violado y abusado sexualmente durante cuatro años de una menor que residía en su mismo barrio. Según la denuncia echa por la familia, el abuso comenzó desde que la víctima tenía sólo 10 años de edad.

"Fui su muñeca sexual durante cuatro años", confesó la menor a las fuentes policiales. "Además de la violación y el maltrato - agregó la víctima - también solían amenazarme y chantajearme  para evitar que cuente lo que me estaban haciedo".

Estos casos suelen despertar una serie de preguntas y miedos a los cuales se les suma una sensacóon de impotencia ante una realidad tan morbosa.

¿Qué ocurre con los adolescentes de hoy?
¿Qué fué lo que llevó a este grupo de chicos a cometer un abuso tan cruel?
¿Cómo es posible que la familia de la víctima no llegó a notar durante cuatro años que algo raro estaba sucediendo?
¿Cómo ningún profesional se dio cuenta de que se trata de una adolescente con un comportamiento sexual en riesgo?
¿De qué manera podremos proteger a nuestros hijos de un peligro tan común en la realidad de nuestros días?


   "Fui su muñeca sexual durante cuatro años; me amenazaban y chantajeaban"

Al recibir una denuncia de los servicios sociales de Afula acerca de una menor que demostraba un comportamiento sexual inadecuado para su edad, la policía decidió finalmente investigar el caso.

La divulgación de esta historia levantó una gran polémica en la zona de Hamakim, donde reciden la víctima y los supuestos agresores, en su gran mayoría menores de edad, (entre 14 y 17 años).

Según los padres de estos chicos, se está acusando a un grupo de inocentes que fue víctima de la tentación de una adolescente confundida. De acuerdo a sus versiones, fue ella misma quien los incentivó a llevar a cabo esos actos. "Ella se entregaba - dijo el padre de uno de los atacantes -; de que otra manera iba a poder reaccionar mi hijo ante una tentación así?" Una de las madres agregó: "La culpa es de ella, ya que los invitaba por Internet". Al parecer, el dolor y la verguenza de estos padres, les evitan ver la realidad de una forma objetiva en la cual existe una menor de edad, de solo 10 años, que apenas conoce y entiende su sexualidad, al tiempo que ya era parte de una realidad compuesta por situaciones de abuso, amenazas y maltratos.

Casos como este, suelen suceder más de lo conocido; sin embargo es uno de los temas menos tocados o subencionados por el Estado.


               "Ella se entregaba; los invitaba por Internet" - Dicen los padres

El abuso sexual es definido como cualquier actividad sexual entre dos personas sin el consentimiento de una de ellas. El abuso sexual puede producirse entre adultos, de un adulto a un menor o incluso entre menores, como en este caso.

Las estadísticas mundiales indican que el abuso sexual infantil representa un importante problema social y de salud en numerosas regiones, pese a que se ha demostrado la existencia de un subregistro del fenómeno. Por ejemplo, España y EE.UU reportan que entre el 20 y 25% de las niñas y entre el 10 y 15% de los niños sufren algún tipo de abuso sexual antes de los 17 años. En América Latina más de 20.000 niños de los países más pobres son vendidos a pedófilos de EE.UU, Canadá y Europa y más de 10.000 menores entre 9 y 16 años son destinados a prostíbulos con un precio inferior al de un equipo de video.

En Israel se reportan cada año cientos de casos de abuso sexual entre adolescentes, lo que remarca la necesidad de desarrollar proyectos educativos de prevención y asistencia en escuelas, clubes y todo marco social que frecuentan los adolescentes.

Una persona abusada sexualmente experimenta una carga emocional que varía en gravedad de acuerdo a su condición, aunque en general lo asimila como una situación terrible. Algunas de las emociones que siente un abusado pueden ser temor, inseguridad, desconfianza generalizada hacia las personas que pretendan acercase, sensación de suciedad, sensación de impotencia por no poder defenderse, decepción por el agresor (si lo conoce) y en ocasiones puede experimentar decepción por el género.


       Víctima - Pérdida de autoestima y de perspectiva normal de sexualidad

Debido al abuso sexual, el daño emocional y sicológico a largo plazo puede ser devastador para el niño y el adolescente.

La víctima desarrolla generalmente una pérdida de autoestima; tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. Ello explica parte del comportamiento sexual inadecuado de una víctima de sólo 10 años a "incentivar" durante 4 años a sus atacantes para someterla al abuso sexual.

Hay quienes señalan que si hablamos con los niños sobre sexualidad ellos tendrán conductas sexuales precoces. Esa premisa inspira modelos represivos que justifican la falta de educación sexual en el jardín y en la escuela primaria. No obstante, la evidencia internacional señala todo lo contrario: cuando más temprana sea la edad de los niños con los que implementemos educación sexual, mayores posibilidades tendrán de prevenir o denunciar situaciones de violencia doméstica y abuso sexual y de cuidar adecuadamente de su cuerpo.

El abuso sexual infantil es uno de los problemas más extendidos en la sociedad israeli, basta con leer las nocitcias de las últimas semanas para compobarlo. Dicha situación aumenta y reafirma la necesidad inmediata de desarrollar programas de prevención y ayuda.

En "Delet Ptujá", recibimos numerosas consultas de adolescentes y padres relacionadas con el abuso sexual, siendo nuestra función principal apoyar y acompañar a los consultantes en la medida en que estos lo necesiten.


              "Delet Ptujá" - Implementar una sexualidad sana y responsable

Paralelamente, llevamos a cabo muchos proyectos educativos, los cuales tienen como objetivo central implementar una sexualidad sana y responsable y detectar situaciones de riesgo, ya sea por el abuso o la ignorancia sobre los sistemas de protección (embarazo o enfermedades de transmición sexual).

Algunos consejos prácticos

Los niños abusados sexualmente pueden desarrollar los siguientes síntomas:

* Interés poco usual en - o evitar - cualquier tema de naturaleza sexual.
* Problemas para dormir o pesadillas.
* Depresión o aislamiento de amigos y familia.
* Comportamiento seductor.
* Reclamos acerca del cuerpo sucio o dañado, o tener miedo de que haya alguna molestia en los genitales.
* Negarse a ir a la escuela.
* Delincuencia y/o problemas de conducta.
* Secretividad.
* Evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías.
* Agresividad poco común.
* Comportamiento suicida.

Cómo enfrentar la situación de abuso con el niño

Qué hacer:

* Antes de cualquier intervención, solicitar asesoramiento profesional.
* Asegurarse de que quien interrogue al niño sea alguien en el que él confíe.
* Asegurarse que la persona que intervenga sea capacitada.
* Asegurarse que el develamiento se haga en un lugar tranquilo; sentarse al lado del niño, no frente de él.
* Decirle al niño que la conversación es privada, pero que por tratarse de un problema serio, se deberá denunciar lo ocurrido a la justicia para protegerlo.
* Realizar preguntas y mantener una conversación en el lenguaje más comprensible para el niño.
* Felicitarlo por haber tomado el valor de contar lo que le está sucediendo.

Qué no hacer:

* Descalificar o criticar lo que dice el niño.
* Sugerir respuestas.
* Presionar si es que no responde las preguntas.
* Dejar traslucir que nos impresionamos por lo sucedido o por su conducta.
* Presionar o forzar para que el niño se quite las ropas.
* Dejar interrogar al niño por un extraño, solo.

Para cualquier consulta dirigirse a: http://www.opendoor.org.il