Más de un centenar de militantes israelíes de organizaciones por los derechos humanos, entre ellos algunos diputados, se concentraron en Tel Aviv para protestar por el ataque a un árabe-israelí llevado a cabo judíos durante las celebraciones de Purim, una fiesta judía que simboliza el triunfo sobre el antisemitismo y la xenofobia.
Con pancartas como «El racismo carcome la democracia israelí» y «¿Judíos = Racismo?», alrededor de 130 manifestantes, según el periódico «Yediot Aharonot», exigieron justicia para Jasan Usruf, un operario de limpieza de la municipalidad que fue atacado mientras trabajaba en un lugar conocido como el Dolfinarium, junto a la playa.
Usruf, que fue trasladado al Centro Médico Ijilov de la ciudad gracias a que un compañero llamó enseguida a una ambulancia, permanece internado con lesiones de carácter moderado en el rostro y denunció a la policía que unos jóvenes le atacaron por su condición de árabe.
«Eran más de 15 adolescentes, estaban borrachos y todos me gritaban insultos racistas. Creí que no saldría de allí con vida, pero parece que Dios me ama», dijo la víctima en una entrevista al Canal 2 israelí desde su cama en el hospital donde será sometido a una cirugía en la mandíbula.
El ataque ocurrió tras una noche de diversión en los pubs y bares de Tel Aviv por la fiesta de Purim, una de cuyas tradiciones es ingerir bebidas alcohólicas más de la cuenta.
La policía no practicó ninguna detención y los manifestantes exigieron que se haga justicia y que el caso no sea archivado.
Osma Zahalke, activista árabe-israelí, definió a los agresores como «bestias» y acusó al actual Gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu de «dar luz verde a este tipo de acciones».
«Los vemos con los fanáticos del Beitar Jerusalén», recordó Zahalke sobre una de las peñas racistas del principal equipo de fútbol de Jerusalén, que hace dos semanas quemaron la sede del club por la contratación de dos futbolistas chechenos musulmanes y que en un partido enarbolaron una gran pancarta donde se leía «Beitar pura para siempre».
Dov Janin, diputado del frente por la igualdad Jadash, alertó durante la protesta sobre los peligros del racismo, que cada día se cobra más víctimas en la sociedad israelí a pesar de que en ella conviven más de un millón de árabes.
Por su parte, la municipalidad de Tel Aviv lamentó lo sucedido y expresó que espera que los agentes encargados de la investigación encuentren a los responsables y los lleven ante la justicia.
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