La temida huelga general en Israel duró tan sólo cuatro horas, tras una decisión del tribunal laboral que limitó el paro desde las 6 hasta las 10 de la mañana del día lunes.
Sin embargo la paralización temporal causó muchos inconvenientes, resultando afectadas principalmente las carreteras israelíes, debido a los grandes atascos automovilísticos. También el aeropuerto internacional Ben Gurion, cerca de Tel Aviv, estuvo cerrado por dos horas y una decena de vuelos se vieron retrasados o cancelados.
La lucha del sindicato que convocó la huelga se centra en ayudar a 400.000 trabajadores, de los cuales tan sólo 12.000 son del sector público, y reivindicar una mejora de condiciones laborales.