El Gran Rabino asquenazí de Israel, Yona Metzger, fue detenido e interrogado por la policía israelí durante diez horas tras ser acusado de soborno, malversación de fondos públicos que estaban destinados a varias ONGs, fraude, abuso de confianza y lavado de dinero, según informaron medios locales.

Junto con Metzger fueron detenidos otros tres sospechosos, uno de ellos asesor personal del líder religioso. Los tres fueron acusados de cómplicidad en los delitos que se le imputan al rabino.

Al concluir el interrogatorio, un tribunal de magistratura determinó que el rabino Metzger permanezca en arresto domiciliario, se le prohibió salir del país así como comunicarse con los demás arrestados.

Por su parte, el Gran Rabino sefardí de Israel, Shlomó Amar instó a los fieles a orar a fin de que las acusaciones se demuestren como absurdas.

La policía allanó el domicilio de Metzger y de los otros tres arrestados y trasladó al rabino a dependencias policiales para ser interrogado.

Los investigadores incautaron documentos y ordenadores, se apoderaron de las cuentas del rabino y sus asociados, y confiscaron propiedades, todo ello con la aprobación del asesor jurídico del Gobierno, Yehuda Weisntein, y el fiscal general de Estado, Moshé Lador.

Según afirmó el abogado defensor de Metzger, el profesor David Libaí, «el rabino negó todos los cargos y colaboró con la policía durante la investigación respondiendo a todas las preguntas».

La detención de Metzger se produce pocos días antes de las elecciones de los nuevos grandes rabinos de Israel, asunto que llevó a una seria crisis entre los distintos partidos religiosos que forman parte del Parlamento, los ultraortodoxos Iahadut Hatorá y Shas, y el utranacionalista religioso Habait Haiehudí..

Metzger ya fue acusado en 2005 de recibir regalos para conceder favores, aunque aquella vez el caso fue cerrado a pesar de la oposición del entonces asesor jurídico del Gobierno, quien afirmaba que existen suficienter evidencias para detenerlo y llevarlo a juicio.

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