Miles de manifestantes israelíes volvieron a salir a las calles de Tel Aviv para reclamar mayor «justicia social» en el país, en el segundo aniversario de la ola de multitudinarias protestas contra el Gobierno de Binyamín Netanyahu.

Los asistentes a la protesta cantaron muchos de los eslóganes que se oían hace dos años como «El pueblo demanda justicia social»y «¡No a un Estado de pocos magnates!», aunque, en esta ocasión, el centro de las críticas no fue tanto Netanyahu sino el ministro de Finanzas, Yair Lapid.

Según las encuestas publicadas en los medios en este último fin de semana, Lapid es uno de los ministros peor valorados del Ejecutivo israelí y ya fue objeto de numerosas protestas frente a su casa por parte de los 'indignados' hebreos.

Curiosamente, en algunas de las pancartas que portaron ayer los manifestantes se podían leer también varias con referencias a la situación por la que atraviesa Egipto, cuyo ex presidente, Mohamed Mursi, fue derrocado hace dos semanas por el Ejército. Entre ellas, «Aprendan de los egipcios, de lo que un pueblo puede conseguir cuando se revela».

Al igual que en 2011, la protesta fue convocada a través de Facebook. No obstante, la asistencia, que hace dos años llegó a alcanzar las 400.000 personas, esta vez se redujo a «unos pocos miles», según estimaciones realizadas por la policía y los medios israelíes.

Los organizadores anunciaron planes de vigilia hasta la mañana de este domingo, 14 de julio, fecha en la que se iniciaron las multitudinarias manifestaciones en 2011.

Daphni Leef, una de las figuras principales de la protesta, recordó en su discurso a Moshé Silman, quien se inmoló durante las manifestaciones en Tel Aviv llevadas a cabo con motivo del primer aniversario contra los altos costos de la vida y la desigualdad social, y que pocos días después falleció por la gravedad de sus quemaduras.

«Lapid y Netanyahu dicen que necesitan tiempo para solucionar la crisis. Sin embargo a Moshé Silman no le dieron tiempo», señaló Leef.

Los manifestantes bloquearon la autopista Ayalón, la carretera principal de Tel Aviv. La policía tachó de ilegal la protesta y anunció su intención de dispersar a los participantes.

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