Abraham Rubinstein, alcalde de la ciudad israelí Bnei Brak, cercana a Tel Aviv y que cuenta con una mayoría judía ultraortodoxa, comunicó a sus habitantes la decisión de la municipalidad de cambiar todos los nombres de las calles relacionadas con el sionismo, según informó el diario local «Maariv».
El rotativo agregó que la medida, aprobada por la directiva del ayuntamiento, establece el cambio de nombres sólo de aquellas calles que fueron designadas en honor a personalidades sionistas.
De acuerdo con el comunicado emitido por la oficina del intendente Rubinstein, que es rabino, se decidió cambiar los nombres de las calles que tienen denominaciones de figuras sionistas, y designarlas con nombres de famoso rabinos considerados eruditos de la Torá.
Los cambios estarán abiertos a las objeciones de los residentes de Bnei Brak, añadió el periódico.
Como ejemplo, la calle Kibutz Galuyot será nombrada Shlomó Berman, un rabino fallecido, que encabezó la Yeshivá (seminario rabínico) Ponevezh en esta ciudad.
Asimismo, la calle Jerusalén será denominada Rabino Itzjak Shlomó Ungar, también director de un renombrado seminario rabínico de la localidad.
La calle Aliá se llamará Admor de Lublín, y la avenida Em Hamoshavot (Petaj Tikva) será denominada Abraham Yosef Shapira, quien, contradiciendo la regla, fuera miembro del Parlamento hebreo y presidente de la Comisión de Finanzas del mismo.
Anteriormente, el alcalde Rubinstein cambió los nombres de las arterias Herzl, considerado el padre del sionismo político, por Rabino Shaj, y Moshé Sharet, el segundo primer ministro de Israel, por Rabino Pobarsky.
Estos hechos suceden en medio de una grave crisis entre las corrientes judaicas - ultraortodoxa y laica - relacionada con la reciente decisión del Gobierno hebreo de reclutar a los jóvenes ultraortodoxos al servicio militar. La misma sufrió una seria escalada de violencia la pasada semana, cuando un joven ultraortodoxo vestido de uniforme militar fue agredido de gravedad por residentes de su barrio, Mea Shearim en Jerusalén, al regresar a su casa.
Cabe señalar que Bnei Brak tiene más de 178 mil habitantes, de los cuales, la mayoría son judíos ultraortodoxos, quienes se oponen al sionismo por su orientación secular y a las leyes estatales de Israel.
Dicha población considera que está prohibido para los judíos crear un Estado independiente antes de la llegada del Mesías.
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