Cinco sismos menores de 3,6 grados en la escala de Richter se sintieron en la última semana en el norte de Israel, según informó el Instituto Geofísico israelí citado por varios medios locales.
El epicentro de los últimos tres se ubicó en el mar de Galilea (Kineret) a cuatro kilómetros bajo la superficie, agregó un vocero de la institución.
Los sismos se sintieron principalmente en las localidades de Tiberias, Rosh Pina, Safed y Hatzor Haglilit, además de numerosas poblaciones regionales.
En ninguno de los casos se registraron víctimas, pero sí varios daños materiales especialmente en edificios, calles y carreteras, de acuerdo con informes del ministerio de Defensa Civil y del Comando de Defensa Civil de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Los medios informaron que numerosas personas abandonaron sus hogares y lugares de trabajo y se concentraron en espacios abiertos. Lo mismo ocurrió en guarderías y escuelas en las cuales, según un vocero del ministerio de Defensa Civil, el personal responsable accionó de acuerdo con el plan de emergencia que fue ensayado en varias oportunidades.
«Una serie de cinco temblores en tan poco tiempo podría llevar a una réplica mayor, aunque no hay ninguna seguridad», explicó el Dr Uri Fislander, director del Instituto Geofísico de Israel. «Los terremotos no son comunes en Israel y casi siempre son de baja intensidad», agregó.
«La zona peligrosa está justamente en el norte, entre Tiberias y Kiryat Shmoná. Pero repito que la posibilidad de un fuerte terremoto aquí es muy escasa», señaló el geólogo.
Fislander recordó que en Israel, situado en la zona de la depresión sirio-africana, los terremotos de al menos 7 grados de magnitud, se registran con intervalos de 80 a 90 años, según las estadísticas.
Hace aproximadamente un año, Israel llevó a cabo su primer gran simulacro ante una amenaza «creíble»: la de una catástrofe natural como un terremoto o un tsunami que podría acabar con la vida de miles de personas, decenas de miles de heridos y numerosos daños materiales.
En los últimos años el Estado judío experimentó terremotos y temblores de baja intensidad que no causaron víctimas.
El mayor movimiento sísmico en el área se registró en 1927, en la zona del Valle de Beit Sheán, con una magnitud superior a 6 grados, que costó la vida de al menos 300 personas.
Notas relacionadas:
Israel ayudará a palestinos en caso de terremotos
Israel: Ministro de Protección Civil evaluó simulacro nacional
Israel: Macrosimulacro ante posible desastre natural