Tenía 21 años cuando la llevaron al campo de Drancy, conocido como la antesala de Auschwitz en la París ocupada por los nazis. Logró escapar y, desde entonces, se sumó a la WIZO, una red clandestina que tenía como principal objetivo rescatar a los niños judíos de las garras nazis.
Ahora cuenta su historia en escuelas secundarias Llevaba un abrigo a cuadros, negro y blanco, cuando pisó por primera vez el campo de concentración de Drancy, conocido como la antesala de Auschwitz. Tocaron la puerta del departamento en París donde vivía con sus abuelos y gritaron su nombre: Irene Spanier. "Tome su ropa y síganos", le ordenó el oficial de la Gestapo, antes de empujarla al camión que la depositaría junto a otros judíos en el campo transitorio, ubicado en las afueras de París. Fue un 16 de julio de 1942, durante una de las redadas masivas que incluían a niños y mujeres en la Francia ocupada bajo el régimen nazi. Tenía 21 años y nunca había ido a un baile. Todavía perduraba el recuerdo de su último verano en las playas inglesas, donde vacacionaba antes de la guerra.
Leer artículo completo...