La Salud Pública, era algo de no creer; allí sí que se lucían los Gobernantes. Los Hospitales, se construían más rápido que el ritmo de crecimiento de la población (incluída la Aliá), por lo cual, como nunca estaban recargados de trabajo, y los salarios que se pagaban, estaban de acuerdo con lo que significa la responsabilidad de cuidar la salud de la población, la atención de los pacientes no era buena: era espectacular.
Un párrafo especial se merece la construcción de carreteras, y la seguridad vial; se construían carreteras casi tan rápido como los hospitales, y la Policía no buscaba hacer boletas, sino enseñar a los conductores para que no cometieran errores, que son en definitiva los que producen los accidentes. Las penas para los “delincuentes del tránsito”, eran severas, por lo que se había reducido mucho, la cantidad de accidentes fatales en las rutas.