Un indisimulable orgullo por un lado y la explicación a la derrota de mi equipo Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores la encontré al descubrir investigando en distintos medios que el verdugo boquense Emerson está siendo investigado por lavado de dinero debido a depósitos en la cuenta del israelí Jehuda Kazzabi, apuntado como uno de los líderes de la mafia que opera en Estados Unidos y en doce estados de Brasil.
Orgullo por saber que los israelies nos destacamos en todos los aspectos de la sociedad y si vamos a ser mafiosos nada de ser uno del montón sino líderes (que no nos vengan ahora a hablar de colombianos, mexicanos, etc).