Dios; es una partícula, parece ser indivisible, que debería dominar los universos, quitar el hambre del mundo y repartir prioridades.
En el antiguo testamento nos lo presentaron perverso, dominante, austero y en los nuevos, no muy convencidos del resultado ni lo presentaron, se limitaron a escribir supuestas conjeturas sobre un Mesías que Él se encargó de poner en la tierra y que con su muerte nos iba a redimir, prometió resucitar y creo que lo ha conseguido, otra vez anda suelto y lo llaman Rajoy.
– ¡Joder, cómo nos está redimiendo!–
Pero este no manda de penitencia siete padrenuestros ni catorce avemarías, este te recorta el sueldo, la subvención y hasta presumo que la pensión de tu madre con la que convives y desgraciadamente de la que vives.
Sr. Rajoy, recorte los sueldos, suba el IVA, quite la paga de navidad a los funcionarios o váyase a la mierda, pero España lo votó en la esperanza de agenciar puestos de trabajo para los españoles, en la confianza que saldríamos de esta situación tan austera de una forma menos irracional, como una solicitud de ayuda para paliar el desaguisado en que nos dejó el gobierno de Zapatero, cierto es, pero le votamos como una demanda, pero nunca pensaríamos que nos iba abrazar a tres clavos ardiendo, al de la humillación, al de la desolación y por último al de la impotencia.


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