(Respuesta a comentario a la entrada anterior*)
Querido Andy, gracias por tu coment. La verdad es que no tengo una respuesta contundente a tu pregunta de por qué no se derribó al Hamás del gobierno en Plomo Fundido (2009), pero sí un posible análisis.
Cuando tenés un problema como el de los misiles, lo tenés que resolver sí o sí. Y tenés dos opciones: o barrés con todo y hacés un genocidio, lo cual Israel no quiere hacer, o das un golpe duro, que algunos considerarán "desproporcionado" pero que constituye no una solución física (porque si no matás a todos no eliminás toda amenaza de continuación de los misiles), sino un mensaje.
El mensaje de Plomo Fundido fue: "Sepan que estamos locos, y si nos tocan un pelito de la nariz, les desfiguramos toda la cara, así que no jodan más". Y la idea es que sea un mensaje de disuasión, que no tiren misiles, no porque ya no vivan, sino porque tienen miedo. La "proporcionalidad de la fuerza" no puede ser respecto de los ataques recibidos, sino con lo que se quiere buscar, que es resolver el problema, a saber, que no tiren más misiles. Entonces el mensaje tiene la intencionalidad de generar un efecto de disuasión.
El problema es que, si elegís la vía del mensaje, lo último que tenés que hacer es eliminar al destinatario, es decir en este caso bajar al Hamás. Porque si le entregás un mensaje al Hamás y después matás al destinatario, en su lugar vendrá otro que no ha recibido ese mensaje, y tendrás que empezar de nuevo: soportar que se sigan tirando misiles, y eventualmente tener que lanzar otro operativo similar.
Lo otro que se quiso buscar es que la opinión pública palestina en Gaza presione a su dirigencia hamásica para que se deje de joder. Esto es a mi entender un rasgo de la miopía israelí, porque las opiniones públicas no funcionan así, ni la palestina ni la israelí, ni ninguna otra, pero ta.