La Fuerza Multinacional, creada en el marco del acuerdo de paz entre Israel y Egipto, con el declarado objetivo de preservar dicha paz , tiene dos campamentos y el incidente del que se ha reportado, tiene lugar al parecer en la base norte, donde se encuentra parte de nuestros soldados y oficiales.
Según se ha informado, los beduinos en cuestión exigen la liberación de cuatro de sus hombres que están siendo procesados en El Cairo bajo sospecha de haber participado en atentados.
Si bien no ha habido contacto directo con las tropas y el problema es el bloqueo del campamento desde afuera, claro está que se trata de una situación compleja, que despierta preocupación.
Un colega egipcio, Ashraf Rady, nos dijo anoche que "por ahora se trata sólo de una protesta pacífica, destinada a llamar la atención internacional sobre sus exigencias, y nadie ha atacado a la Fuerza". Esperemos que así sea y que no pase de ello.
El incidente, que tiene lugar a más de 15 kilómetros de la frontera entre Israel y Egipto, se da en territorio bajo plena soberanía de Egipto, por lo cual su solución depende de las acciones que puedan tomar las autoridades locales egipcias.El trasfondo, sin duda, no es muy alentador.
A raíz de la caída del régimen del Presidente Husni Mubarak y los cambios que ha habido en Egipto en el último año, ha habido un serio deterioro de la seguridad en toda la península del Sinaí. Bandas de delincuentes, terroristas fundamentalistas y diferentes camarillas son las piezas que conforman el caos en la zona, con la autoridad central totalmente debilitada y casi inexistente.
Es en este marco que ha habido varios ataques, por ejemplo, contra el gasoducto que traslada el gas que Egipto vende tanto a Egipto como a Jordania. Ha habido amenazas concretas de secuestros de turistas en las playas del Sinaí. El contrabando de armas y todo tipo de mercaderias, la trata de blancas y el secuestro y asesinato de trabajadores africanos que tratan de huir de Egipto en camino a Israel, son sólo algunos de los ejemplos de la seria inestabilidad que se vive en el Sinaí.
Con esto de fondo, nos preocupa en especial que efectivos uruguayos se encuentren en una base rodeados por gente que no se sabe con certeza cómo puede reaccionar y qué está dispuesta a hacer.
Es clave mantener la calma, tomando conciencia de que no parece haber un peligro inmediato para las tropas, ni las nuestras ni las de Colombia y Estados Unidos que se encuentran en el lugar. Lo frustrante es que no depende de Uruguay poder resolver el tema...sino de Egipto.
Tras haber visto la embajada de un país soberano, representado oficialmente en El Cairo, atacada por una muchedumbre en forma violenta-tal cual sucedió con la embajada israelí en el mes de agosto-, lo último que necesita el prestigio internacional de Egipto es que ocurra algo con la Fuerza Multinacional del Sinaí. Cabe recordar que no se trata de una tropa armada sino de una fuerza creada con la única intención de ayudar a Egipto e Israel a mantener su acuerdo de paz.
Uruguay está presente en dicha fuerza desde su creación, aportando así a la paz en la zona, una postura que ha dignificado a nuestro país.
Al contingente uruguayo-o mejor dicho a algunos de sus soldados hombres y mujeres y de sus oficiales- lo hemos visto en distintas oportunidades, en reuniones de la fecha patria en la Embajada de Uruguay en Israel y en el tradicional picnic de los uruguayos.
En más de una oportunidad, vimos pasar camionetas con la insignia de la Fuerza Multinacional (MFO en inglés), despertándonos especial emoción ver el pabellón nacional en el vidrio, con lo cual comprendíamos por supuesto que era un vehículo del contingente uruguayo.
Cabe esperar que el incidente no pase a mayores, que todos los efectivos hoy cerrados en la base puedan retomar su normalidad de trabajo ..y que el Sinaí deje de ser lo que es hoy, una tierra casi descontrolada, escenario de amenazas y peligros. Ni Uruguay ni nadie tendría que lidiar con este tipo de situaciones.