Es cierto que Israel advirtió repetidamente que una petición palestina de reconocimiento como Estado por parte de las Naciones Unidas, sería interpretada como una acción unilateral opuesta a los acuerdos de Oslo entre las partes.
Es cierto que el problema principal de fondo, a ojos de Israel, era que esa anunciada petición unilateral, se llevaba a cabo mientras los palestinos rehusaban desde hace tiempo volver a la mesa de negociaciones con Israel.
Es cierto que la forma de crear un Estado palestino independiente es como producto de negociaciones entre las partes, ya que sólo así , en diálogo directo, es posible resolver las tan numerosas y complejas discrepancias que deben ser subsanadas.