Es imposible asegurar ahora si la tensión que se siente desde hace días en Cisjordania es una ola pasajera o la antesala de una nueva intifada . Cada incidente violento, cada enfrentamiento, cada error que las partes cometen-y ambas incurren en ello- y por supuesto cada muerto o herido, es peligroso combustible en una situación de por sí explosiva.
Este nuevo capítulo en la de ya conflictiva situación entre israelíes y palestinos comenzó a raíz de una huelga de hambre declarada por cuatro presos palestinos encarcelados en Israel.
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