“5773”
¿Cuántos judíos nos faltan?
Los que fueron asesinados en Worms, allá en el 1100.
Los que fueron crucificados en Sefarad
o arrojados al Nuevo Mundo, allá en el 1400.
Los saqueados y violados por las hordas del Zar, allá en el 1800.
Los cremados vivos en la Alemania toda Nazi, allá por el 1900.
No falta ninguno,
echaron raíces en cada suburbio de Haaretz1,
escondidos, invisibles, estudiando
y brillando en las artes, las ciencias, el ejemplo.
Entonces ayer, hubo una casa,
de la que también fueron echados
y deambularon veinte siglos
hasta volver
y construir un hogar.
Hubo un Creador,
un soñador,
hubo tikvá2 ,
un libro conductor,
cordón umbilical de un pueblo,
una misión: tikun olam3.