El hombre que “necesita un millón de pesos para mañana a la mañana sin falta”, es un fantasma de carne y hueso que pulula en rededor de los Tribunales…
En el momento en que terminaba de escribir la palabra “los tribunales” una ráfaga tibia ha venido de la calle, y el tema del hombre que necesita un millón de pesos para mañana a la mañana sin falta, se me ha ido al diablo. Y he pensado en el hombre del umbral; he pensado en la dulzura de estar sentado en mangas de camiseta en el mármol de una puerta. En la felicidad de estar casado con una planchadora y decirle:
-Nena, dame quince guitas para un paquete de cigarrillos.