José Luis Sampedro me conoció a mí, antes de que yo le conociese a él. Era amigo de mi padre, de mis tíos… era amigo de la familia.
Poseía una ternura conmovedora, una alegría de vivir contagiosa, solía decir: “tenemos obligación de vivir la vida”. La vida para él era compromiso, era fraternidad. Su postura crítica, su valentía moral llegaban a producir asombro. Recuerdo una charla con él, cuando yo estudiaba en Madrid: “Nunca vas a ser más libre que ahora, pero nunca te olvides de esta libertad” .
Actualmente hablaba contra el miedo, contra ese miedo que el poder utiliza para someter. José Luis Sampedro siempre se desvinculó de todos aquellos que tratan de empobrecer a sus semejantes, porque él sí entendía el dolor del ser humano, quizá por ello de las palabras que más repetía, era fraternidad, palabra cargada de resonancias.
Leer artículo completo