Sr. Director

En su discurso en la ONU, Ahmadinejad se refirió a los atentados del 11-S como una conspiración estadounidense vinculada con Israel.

Alucinante. El mismo chiflado que dice que en su país no hay homosexuales, suelta ahora un cuento sobre los atentados terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Sólo le faltaría afirmar que lo campos de concentración nazis eran parte de un auto-genocidio judío, pero eso no es necesario porque para él la Shoá no existió.

Ahora resulta que EE.UU estrelló dos aviones contra sus edificios más emblemáticos, hizo una demolición controlada, atacó con un misil el Pentágono, cerró su espacio aéreo e instauró el miedo en su población durante lustros.

Este caradura islamista, con tal de evitar los cambios que su población quiere, ya no sabe que hacer. Esa es la diferencia: ese malnacido ejerce la libertad de expresión en Occidente y las delegaciones occidentales se levantan y se van para no escucharlo. Si hubiese sido al revés, el occidental de turno ya tendría publicada su sentencia de muerte.

Estamos todos amenazados. Los más ortodoxos fundamentlistas islámicos quieren gobernar el mundo. Está muy claro cómo se explican y todos los truquitos que van repitiendo del mismo modo en todos los países que visitan.

Que bien les viene a dirigentes musulmanes como Ahmadinejad adentrarse en Occidente sin querer levantar sospechas, haciendose los pobrecitos y poco a poco hacerse los dueños del negocio. ¡Cuidado con ellos! Son listos, astutos y traicioneros; muy buenas caracteristicas para prosperar.

Irán no debería tener voto en la Asemblea de la ONU. La democracia se está usando como medio para mover masas y luego imponer modelos totalitarios camuflados.

Aprovecho la oportunidad para felicitarlo por su Semanario.

Cordialmente

Héctor Kuperschmit
Buenos Aires