Señores editores,
Trataré de no ser grosero, en la medida de lo posible.
Hace ya bastante tiempo que de vez en cuando recibo esta publicación.
Francamente no sé si se trata de un error ya que jamás me suscribí a la misma.
De todas maneras me dirijo a ustedes para solicitar que en el futuro se abstengan de seguir enviándome material que no sólo no me interesa sino que además me irrita profundamente.
Sucede que cada vez que veo un envío vuestro, mi memoria asociativa (no sé en realidad si existe pero me gusta el término) no cesa de recordarme las atrocidades que el Estado terrorista de Israel viene cometiendo desde 1948.
La sangre palestina me duele tanto como la vertida en el infame holocausto nazi y francamente no logro terminar de entender cómo un pueblo que ha padecido tanto a lo largo de más de 5.000 años de historia, pueda aplicar una especie de variante de la Ley del Talión con otros pueblos.
¿A qué apuesta el sionismo? ¿A llegar a seis millones de palestinos asesinados para de esta manera “empatar” con la historia?
A lo mejor pueden logarlo, ya que cuentan con el aval de un imperio tan despiadado y asesino como el Tercer Reich.
No dejo de recalcar mi repudio hacia el nazismo para quedar a salvo de la etiquetación de nazi o antisemita que vuestro Estado y sus voceros estampan a cualquier ciudadano que no comparte los horrores perpetrados en nombre de sus “fronteras seguras”.
Atentamente y con la esperanza de una verdadera paz entre los hombres.
Sergio Eduardo Cuartucci
D.N.I.: 11.995.487