Amigos,

La pasada fiesta de Shavuot nos demuestra que es perfectamente posible celebrar fiestas y tradiciones judías sin practicar la religión.

Hay cientos de miles de judíos que no creen en Dios que lo hacemos, ya que consideramos que es parte de nuestra identidad como tales.

Hay fiestas judías que tienen que ver con hechos históricos del pueblo, y que por lo tanto su celebración no supone ninguna práctica religiosa. La identidad judía se ha desarrollado más allá de la religión.

Con los católicos, por ejemplo, hay una diferencia fundamental, ellos no son una nación; en cambio nosotros, los judíos, sí.

¿Alguien conoce cristianos ateos? Yo no. ¿La existencia de judíos no creyentes demuestra el carácter puramente religioso del judaísmo? No señor, que existan judíos no creyentes demuestra que no somos sólo una religión.

Los judíos tenemos un pasado común, aunque estábamos dispersos en la diáspora; también una cultura y tradiciones comunes. Incluso nuestra lengua madre, que casi se perdió, y luego pudimos recuperar.

En cuanto a la cuestión territorial, los judíos siempre tuvimos un vínculo con la tierra de Israel, dado que nuestra presencia en lo que se denomina Palestina, data de miles de años; siempre hemos permanecido unidos a la misma y añorando nuestro retorno.

Atte.

Miriam Mashiaj
Arad