Ya que tenemos libertad de opiniones, quiero criticar el artículo de ustedes sobre la pelicula Ájami.

Si bien es cierto que todo enfoque de una situación debería ser respetado, yo, que vivo en la zona del Galil en Nazareth Illit con todos mis vecinos árabes y judíos juntos, les cuento que sí hay  igualdad.

Los más capaces consiguen sus lugares de trabajo fácilmente y no hay discriminación. A tal punto que nosotros, los judíos, alquilamos y vendemos la casa al mejor postor y ellos, en Nazereth, en otra zona donde viven sólo árabes y no judíos, no nos permiten alquilar por razones de comodidad.

Muchas veces nos tratan despectivamente en sus negocios. Muchos que participaron en actos terroristas cobran de nosotros cheques de desempleo y seguro social para sus hijos, dinero que también sirve para matar a nuestros hijos.

Gracias a nuestros gobiernos viven muchísimo mejor que con sus compatriotas; las mujeres árabes aquí compran, manejan autos, educan a sus hijos, etc, etc, con sus trajes tradicionales sin problema alguno.

Así que ajusten mejor vuestras creencias; el odio es un monstruo de dos cabezas.

Rosa Alfano
Nazareth Illit