Es un filme que tiene una historia de amor de pareja, pero en la que también se ven la realidad argentina de antes de la última dictadura, relaciones de amistad, sed de venganza y muchos momentos que arrancan sonrisas.
Las interpretaciones son geniales, se nota el sentimiento entre los actores, tiene tintes históricos, diálogos inteligentes, una fotografía muy buena, un argumento excepcional y un final de novela.
Es pausada, de esas que te dan tiempo a recrearte en las conversaciones, en los gestos, en las miradas. Sin embargo, avanza de un modo fluído, las cosas van pasando, de modo que no se hace aburrida en ningún momento.
Si se estrena en
Muchos saludos,
Irene Zaidel