La nota editorial (supongo que es Editorial, porque estaba en primer lugar y no está firmada) sobre el muro de defensa entre Israel y Cisjordania, contiene varios errores que conviene señalar.
En primer lugar, la "línea verde" no es una frontera. Es símplemente la línea de cese de fuego establecida al fin de la guerra de Independencia de Israel. No es "una frontera reconocida internacionalmente", como cree el autor.
En segundo lugar, la valla de defensa es un muro sólo en una pequeña parte de su extensión. En su mayoría es una valla o reja.
Luego, el "muro" no es signo de debilidad sino de frustración. El sentimiento de frustración que sentimos los israelíes ante el revanchismo ciego e intransigente del lado árabe-palestino. Su objetivo lo ha cumplido perfectamente, al disminuir a casi cero los ataques terroristas suicidas que ocurrían semanalmente antes de su construcción.
No cabe duda que representa una molestia para los habitantes cercanos a la valla. Eso es muy lamentable, y los que sufren por eso debieran exigir resueltamente a sus autoridades (palestinas) que tomen las medidas necesarias para disolver todas las milicias y grupos terroristas en los territorios que controlan, que dejen de celebrar a los asesinos terroristas como héroes y ejemplos que los niños palestinos deben imitar. Cuando eso ocurra, no habrá más necesidad de valla o muro y todos podremos vivir en paz y construir y educar. Los muros no son el problema. Son síntomas de un problema, ya fuera el problema de la dictadura comunista en Alemania Oriental, o del odio, fanatismo y obsecación por el lado de nuestros vecinos.
Atentamente,
León Zeldis