Sr. Director
A mediados de 2011, un científico nuclear de la Organización Iraní de Energía Atómica fue asesinado por dos motoristas en Teherán. Las autoridades iraníes acusaron al Mossad, a la CIA y al MI6 inglés.
En los últimos dos años - en que la polémica por el programa nuclear iraní alcanzó su punto máximo y en los que tanto norteamericanos como europeos tratan de acorralar más a Ahmadinejad con sanciones - se vienen multiplicando los "accidentes" en centrales nucleares y gasoductos iraníes, asesinatos y las explosiones misteriosas en bases militares. La sucesión de estos "percances" apunta hacia una guerra encubierta de Israel y EE.UU con apoyo de otros países, una "guerra oculta" que Obama y Bibi niegan totalmente.
Sin embargo, los rumores sobre asesinatos y explosiones en Irán podrían estar relacionados con los esfuerzos de Occidente y con la oposición iraní para detener a Ahmadinejad y sus ayatolas en su empeño de conseguir armamentos nucleares.
Los opositores iraníes, especialmente los exiliados, podrían ser una pieza clave para llevar a cabo esta guerra que pretende mermar las capacidades nucleares de Teherán. El diario francés Le Figaro informó que agentes del Mossad están reclutando y entrenando a disidentes iraníes para lanzar operaciones contra el régimen de Ahmadinejad.
Medios internacionales señalan también que el Mossad ya reclutó en el pasado a opositores iraníes para colocar bombas y provocar accidentes en instalaciones militares o petroleras de Irán.
A mi entender, es preferible intentar detener a Irán con este tipo de operaciones y con sanciones que con una operación militar porque podría provocar un desastre en Oriente Medio, aunque esto sería menos peligroso que la posibilidad de que Irán tenga una bomba atómica.
El ataque militar es el último recurso pero no hay que descartarlo porque Ahmadinejad quiere borrar a Israel del mapa y si puede, lo hará.
Atentamente.
Moshé Lipschitz
Jerusalén