Sres de Israel en línea

Shaul Mofaz esperaba este momento desde hace más de tres años y tenía plenas expectativas de poder tomar las riendas de Kadima. Con perseverancia y la ayuda de recolectores de votos, logró asegurarse la victoria.

Mofaz pretende demostrar que es capaz de hacer todavía más. Por esa razón, a partir de ahora, comenzará a prepararse para competir en la carrera más importante de todas: las próximas elecciones generales.

Pero el ex ministro de Defensa y ex jefe del Estado Mayor de Tzáhal ostenta no pocos puntos vulnerables; su capacidad para mantener el apoyo de aquellos votantes de Kadima que llegaron del laborismo y de la izquierda en general, resulta del todo incierta.

Nos guste o no, un buen número de personas decide votar por aquel candidato que está más cercano a ellas ideológica y étnicamente. Mofaz puede asustar a aquellos electores que pensaban que Tzipi Livni podría ser otra vez el candidato ideal para el partido laborista o para el nuevo movimiento de Yair Lapid.

Todavía es demasiado temprano para determinar qué forma habrá de tener Kadima bajo la dirección de Mofaz; sin embargo, las recientes encuestas constituyeron una indicación inicial bastante clara para el futuro: las más favorables terminaron  resultando un desastre para Mofaz. Aquellas que mostraban una caída mayor entre los votantes de Kadima podrían ser letales para él y constituyeron, en cambio, una excelente noticia para Bibi.

Por el momento, Mofaz no tiene intención de unirse al gobierno de Bibi. Mofaz no comenzará su mandato como presidente de Kadima buscando puestos en la coalición. Él no necesita un montón de periodistas enojados para que escriban que su único anhelo era conseguir un sillón en el gobierno. Eso se puede lograr después de las próximas elecciones, y Mofaz no tendrá ningún inconveniente para admitir hipócritamente que es «un declarado fan de los gobiernos de unidad».

Le deseo Feliz Pesaj a todo el equipo.

Atentamente.