Sr. Director
Creo que es verdaderamente repugnante el hecho de que la Universidad de Tel Aviv haya permitido que en sus instalaciones se conmemore el Día de la Nakba.
Cabe destacar que en esa misma Universidad estudian miles de alumnos árabes que seguramente no reconocen el derecho de Israel a existir y que se alegran cuando la misma ciudad deTel Aviv, en la cual se manifiestan, es atacada ya sea por misiles de Irak o por atentados terroristas palestinos que dejan cientos de víctimas civiles inocentes.
Para colmo, durante el acto, los organizadores leyeron una tergiversada oración del «Izkor», intentando imitar y establecer un paralelismo entre los soldados israelíes caídos en las guerras y las víctimas del terror asesino palestino con los muertos palestinos por una tragedia que ellos mismos se provocaron al no aceptar en 1947 la resolución de la ONU acerca de la Partición de Palestina y al incitar a los países árabes vecinos a declarar la guerra al nuevo Estado de Israel.
Entiendo que la Universidad de Tel Aviv quiera mostrar su intención en aceptar las diferencias de ideas y la libertad de debatirlas, pero como institución académica israelí, eso no le permite autorizar eventos cuyos objetivos son tratar de cambiar la historia.
Quiero creer que si un grupo de estudiantes de la UTA negara el Holocausto, la Universidad no otorgaría su consentimiento para que ellos puedan manifestar libremente sus ideas dentro del campus.
No se puede confundir libertad con libertinaje. Hay límite para todo, también en la Universidad de Tel Aviv.
Atentamente.
Batia Shefi
Haifa