Sr. Director
Aclaremos las cosas: Bibi no es Yoni Netanyanu ni le cantan «Rey de Israel» como le cantaban a Rabin.
Sí; es cierto que gobierna para una elite económica y exprime al pueblo sin importarle demasiado haber tenido la triste exclusividad de «sólo» tres suicidas bonzos, por ahora, durante su mandato; algo inaudito en Israel.
Que no parezca tener rivales por el momento no es tanto por mérito propio como por los fracasos de sus competidores.
Mofaz tiene olfato político pero nada de credibilidad. Livni es una ambiciosa que no entiende el sentir popular. Barak está quemado antes de empezar la guerra. En el momento en que Yachimovich se descuide, los tiburones del laborismo se la devorarán sin sal y no la dejarán trabajar así como lo hicieron con todos sus antepasados en el cardo.
Los demás, que aún no están casi jubilados, todavía no tienen carnet para jugar en las grandes ligas.
La única excepcion es Avigdor Liberman. Para mi es un líder con mucha visión y un gran potencial, pero con muy mala imagen y muy mala prensa en Europa Occidental y en los países árabes.
Resumiendo: De no ser por la cuestion nuclear irani, la primavera/otoño árabe y el 60% de nuestro presupuesto invertido en seguridad, las protestas sociales del verano pasado ya hubieran bajado a Bibi del trono.
Si seguimos así, vamos rumbo a Grecia, España o Portugal.
No quiero pensar cuando la mayoría de los ciudadanos de este pais se dé cuenta que a este paso, en lugar de mantener a nuestras familias, seguiremos pagando la vida de los ultraortodoxos y de los habitantes de los asentamientos hasta que un día nos demos cuenta que ya no nos alcanza para comer, y ni que hablar de alquiler.
Cuando deambulemos entre comedores populares entenderemos que el Estado de Israel se nos fue de las manos.
Atte.
Gabo Ben Dror
Holón