Sr Director
Existen agudas diferencias en el Gobierno, el Ejército y las demás fuerzas de seguridad de Israel en lo relacionado a una operación contra Irán.
Bibi y Barak muestran su plena disposición al ataque. Sin embargo, su opinión no cuenta con un amplio apoyo en el Gabinete ni en las Fuerzas Armadas y de Seguridad del país.
Si la decisión sólo se limitara a Bibi y Barak, Israel atacaría las instalaciones nucleares iraníes antes de las elecciones de noviembre en EE.UU.
Ambos advierten a Obama que será imposible detener el proyecto nuclear de Irán si no se toman medidas preventivas lo más rápido posible.
Sus declaraciones de las últimas semanas dan a entender que la guerra contra Irán es inminente, sea apoyada por Estados Unidos o no.
Sin embargo, un ataque unilateral israelí colocaría a Obama en una situación muy incómoda. Es obvio que su país no podría quedarse al margen de la guerra, mientras expertos opinan que la participación de EE.UU. en el conflicto bélico podría quitarle votos en las elecciones presidenciales.
Pero además de Washington, existe una oposición dentro del Gabinete hebreo y de muchos altos cargos militares, que citan graves obstáculos tácticos y estratégicos.
Los militares señalan la complejidad de tal operación, que involucraría a no menos de un centenar de aviones y requeriría abastecimiento en vuelo, considerando la distancia de los objetivos.
Además, las centrales nucleares con las que cuenta Irán están bien protegidas por sistemas antiaéreos y se ubican bajo tierra. A lo anterior hay que añadir que las reservas de bombas de penetración profunda que tiene Israel son limitadas.
Otro problema sería la ruta de dicha operación. Para lanzar una ofensiva contra Irán, los aviones israelíes tendrían que sobrevolar territorios de Jordania, Arabia Saudita, Irak o Turquía.
Arabia Saudita ya dijo que atacará a los aviones israelíes si usan su espacio aéreo. Turquía también les negará el paso. La ruta más corta sería a través de Jordania e Irak, pero eso podría significar revueltas en Ammán y la caída del reino hachemita.
Además, la situación de la población israelí está lejos de ser ideal. Si Irán, Hezbolá y Hamás responden con misiles, Israel carece de refugios contra bombardeos, algo que afectaría a cerca de 1.000.000 de ciudadanos. Una cantidad similar de israelíes no tienen máscaras antigás. Tampoco hospitales ni bomberos están listos para soportar bombardeos masivos.
Según el panorama, este año vamos a tener un Rosh Hashaná y un Yom Kipur especial.
Lo saludo atentamente.
Yair Halevi
Modiín